EL PRINCIPIO DEL FIN

24 4 6
                                    

Pese a que ya hacía tiempo que Franc iba y volvía de casa, la hora de la verdad llegaba ahora, Mayo del 2008.

Los abogados tenían historias muy opuestas, el joven no soportaba ver a su padre en casa ya que pese a que tampoco pasaba mucho tiempo, era el único que quizá más a mano tenía para torturarle la cabeza con sus falsas historias tratando dar lástima o discutiendo y potenciando su nervio mientras Frida seguía trabajando.

Y finalmente, llegó la simbólica mañana. El matrimonio se reunió, claramente cada uno acudió con su respectivo abogado. Allí descubrieron con las pruebas de Frida que Franc había contado a su colegiado una historia totalmente distinta y, por supuesto, falsa.

- ¿Cómo queréis que esto acabe? - Preguntó el letrado de la mujer. -¿Le damos un mes para que recoja sus cosas? ¿Queréis seguir así como ahora? ¿...

- Hombre yo preferiría que no volviese porque para estar así. -Explicó la mujer.

- Ya que estás aquí, ¿Estás de acuerdo con esto? ¿Dejamos a tu padre que recoja las cosas a su ritmo y mientras que esté en casa si quiere? -Absurda pregunta a Derek por parte de los licenciados pero seguro que alguna finalidad tenía.
Esto, claramente, le hizo tragar nuevamente su miedo al niño y tener valor de responder:

- Yo con él no puedo vivir, o se va él o me voy yo.

Contemplado por todos con cara de sorpresa, él solo pudo ver la cara de su padre quién, por lo contrario a lo que él imaginaba, no se llevó ninguna torta, tampoco se volvió loco, simplemente abrió los ojos como platos:

- ¿Eso es verdad? -Intentó cerciorar.

- Si. -Dijo de forma concisa aunque, en sus adentros, asustadiza.

- Bueno, pues entonces agilizaremos las cosas así. Tienes 15 días para recoger tus cosas y abandonar  la vivienda. -Confirmó el interceptor de la mujer con la mirada puesta en, ya su ex marido. 

Derek estaba todavía bloqueado, con la mirada sin visión pero a la vez descansado porque todo aquello pronto llegaría a su final.

Madre e hijo salieron del juzgado encaminándose hacia su casa.

El hombre iba a casa de vez en cuando a recoger cosas de la casa o suyas. Todos creeríamos que lo lógico sería coger ropa, complementos, entretenimientos,... en fin, sus pertenencias antes de ese plazo pero, en el caso de Franc, la situación fue muy diferente, pues él siempre hacía cosas fuera de lo habitual y aprovechó esos días para llevarse cucharas de madera, cuadros y platos de barro o porcelana de publicidad de fábricas de cerámica que no tenían ningún valor, etc pero nada de ropa ni pertenencias más usuales.

Ante aquella situación, la mujer iba descubriendo poco a poco lo que él se llevaba y cada vez las cosas tenían menos sentido.

Llegado el verano y con el hombre ya viviendo en Tenerife con su nueva querida, Buggie decidió pasarse, como siempre, todo el verano desmadrándose con sus amigos y, la verdad, aquel verano entre conciertos, macro quedadas en casa de amigos sin padres, caminatas, visita al cine de verano que tenía lugar en el paisaje natural donde él siempre había ido desde pequeño y el que más le acompañó durante sus pellas y cualquier cosa que surgiese en el momento y despreocupado totalmente, creía ser feliz así realmente.

Llegó Agosto, igual que el año anterior, el chico se quedó en casa de su pareja de Murcia que era quizá quien más confiaba en él y quien más le quería y cuidaba aunque, en aquellos tiempos, las niñas solían valorar más la palabra del amor y Marian, fue, aunque en ese entonces él no se daba cuenta, la chica que más quiso y quién más le marcaría por el resto de su vida.

Así pues, un mes fue el que pasó en grande junto a Marian y sus amigos que, casualmente era otra pareja: Sonia y Mario.

Eiden estaba entregado a esa relación y ellos le conocían muy bien. Todos lo pasaban estupendamente juntos, sin represiones ni tabúes pero el tiempo pasaba muy rápido y, como cada vez que el chico tenía que coger el tren de vuelta, no podían retener las lágrimas o, al menos ella. Él, por lo contrario, las contendría para animarle y luego, durante las 5 horas de viaje que le esperaban las contendría por fuera derramándolas por dentro, extrañándola, sabiendo que no podría verla hasta Semana Santa y haciendo la cuenta atrás para volverse a ver aunque casi faltase el año entero.

Ese año fue un año intenso, tanto en problemas como soluciones y, aunque a Franc se le acabó el chollo, para Derek y Frida llegó el final fatal. Para Marian, algo acortaría los días y no pasaría mucho cuando volverían a verse pero esta vez no era ni para disfrutarlo, ni para llenar los días de sonrisas. Aquel Septiembre pronto marcaría un antes y un después en la historia de todos y todo cambiaría. Aquel final de verano podía ser el final de todo, expresamente para la familia Kenneth o, más bien para Derek.

DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)Kde žijí příběhy. Začni objevovat