~CAMPEON~

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Los rojos ojos de Voldemort se dirigieron por un momento a Harry, luego saco de su túnica su varita mágica, la cual acarició suavemente, y levantó para apuntar con ella al hombre que estaba chillando por el dolor de haber perdido su mano.

Voldemort no parecía nada complacido con el, lo elevó en el aire y golpeo contra la tumba a la que Harry estaba atado.

—Señor... —rogó con voz ahogada intentando levantarse—, señor... me prometisteis... me
prometisteis...

—Levanta el brazo—le pidió Voldemort, pero en ningún momento fue para curarlo, se burlo de la alegría del hombre y tiro de su brazo izquierdo dejando ver un  tatuaje de color rojo intenso: una calavera con una serpiente que le salía de la boca.

Aquella misma imagen que Harry había visto en el cielo, el día de los Mundiales de quidditch.

Harry sólo podía ser un espectador de lo que estaba pasando, Voldemort había tocado la marca y comentaba que sus seguidores lo sabrían.

•••
-Una hora después-

—¿Cuanto tiempo mas debemos esperar, Albus?—pregunto la profesora de Transformaciones, sin esforzarse en ocultar su preocupación.

—Aun no lo se, Minerva...

Snape sonrió de manera burlona.
—¿No les parece raro? Potter esta técnicamente solo en competencia... Es tan perdido, despistado y escaso de inteligencia como una gallina, que no puede encontrar el centro del laberinto.

—Las pruebas son complicadas, Severus—hablo Minerva con molestia—. Si fuera un Slytherin dudo que darías un comentario de esa manera.

—Si fuera un Slytherin el que estaría representando Hogwarts, la prueba ya hubiese terminado.

—¿Por victoria o por trampa?

—Minerva—hablo Dumbledore con firmeza y ambos tanto Snape como la profesora decidieron guardar silencio y seguir esperando.

Una espera que no duro mucho, todos los alumnos, profesores e invitados que se mantenían en una caliente expectativa, ahogaron un grito al presenciar como Harry caía con fuerza al campo. 

El campeón no podía moverse, se le notaba horrorizado, lastimado, y muy cansado. En pocos segundos todos los alumnos y profesores se le  empezaron a acercar, había voces por todas
partes, pisadas, gritos...

Pero nada, Harry parecía incapaz de exigirle a su cerebro alguna reacción.
Todo se oscureció, y su cuerpo sintió el alivio, que daba la sensación de ser una eternidad en el descanso, pero una voz lo interrumpió y empezó a  llamarlo.  

—¡Harry!, ¡Harry!

Abrió los ojos con asombro, como si acabara de despertar de una pesadilla. Ya no estaba en el campo, ahora se encontraba en la enfermería. Vendado y solo recibiendo la compañía de una persona.

—¿Que haces aquí?—le preguntó mientras entrecerraba los ojos para ver a la borrosa imagen.

—Nada. Solo comprobando con mi mismo que aun  respiras—le respondió alcanzándole de mala gana los anteojos. Harry se los puso dándose cuenta que era Draco, el cual usaba un tono de voz muy frío que nunca antes había utilizado.

—No te reconocí...

—Tal vez por las distintas pisadas que te dieron, tu cerebro se ha movido. 

—¿De que hablas?—pregunto sentándose con cuidado en la cama—. ¿Donde están todos?

—No tengo idea. Cuando saliste del laberinto todo se acercaron a ti, fue tanta la emoción de ellos que pasaron sobre ti. El director te tuvo que retirar.

Always-Nuevo inició.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora