Always-Nuevo inició.

HUIDA

Llegar a casa de Sirius antes de que amaneciera no parecía el mejor de los planes, eso implicaría preguntas, interrogatorios y eso conllevaría a un sentimiento de lastima por parte de los demás... Lo que menos quería, era que todos sintieran pena por el niño huérfano que ni sus tíos querían. 

¿Como podría contarle a su padrino su presencia en la antigua y ancestral casa de los black? ¿Que palabras y sentimientos debía usar? 

"No fue mi intención Sirius, solo vi un dementor y me defendí ¿merezco ser castigado? Porque no fui el único... Remus me enseño a conjurar un patronus con solo trece años de edad ¿el también merece ser castigado? 

Y mis tíos me odian y eso lo saben muy bien. ¿debí quedarme con ellos? ¿debí vivir con el miedo de poder ser envenenado un día? 

Solo piensalo, tal vez librarme de ellos fue lo mejor de este año. Ahora podremos pasar mas tiempo... Ver revistas obscenas... Comer galleta... Y vivir encerrados juntos... Por siempre.."

—Que idiotez—murmuró Harry desechando esa idea de su cabeza. Venía arrastrando su maleta desde hace cinco minutos—. Me ahorcara... Claro que lo hará—se detuvo y miro por todos los costados esperanzado que el autobús noctámbulo se detuviera, ya lo habían auxiliado una vez y deseaba su movida calidez. 

Reviso su bolsillo derecho y saco una bolsa con una cantidad razonable de oro. 

Al instante sintió una refrescante brisa frente a su rostro. No había mejor manera de llamar la atención del autobús noctámbulo. 

—Ya se habían tardado—comento volviendo a guardar la bolsa con oro.  Se percato al instante de que no era el mismo cobrador de antes, pero eso no pareció asombrarle, tal vez había mucho autobuses noctámbulos mágicos en el mundo muggle. 

—Eh... Si—le respondió el cobrador mirando las maletas que tenía Harry a su costado—. Oye como que a ti te echan el feo. 

—¿Que? 

—Ya sabes. Como que no te   quiere ni tu madre, eso de echarte en media noche es feo. 

—Mi madre esta muerta—le dijo empezando a fruncir el ceño. 

—Oh.. Entonces tu padre no te soporta.

—También esta muerto. 

—La vida te odia—resoplo—. Me deprimes... Sube de una vez—se puso de costado dejándolo subir. 

Harry subió de mala gana. Quiso dirigirse al segundo piso pero cambio de opinión. 

—Por aquí niño trágico—le dijo el cobrador caminado hacia la cabina del conductor—. Y dime ¿Porque tan trágica tu vida? 

Harry deseaba poder desaparecerlo. 

—Se lo debo a un hombre..

—Wow...—volteo rápido el cobrador—. Yo no juzgo hermano. Gustos son gustos. Tus preferencias no me incumben.