~EL BOSQUE~

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Harry camino hacia el bosque prohibido, quería estar solo, la cabeza le dolía por tanto pensar, se encontraba fatal, nunca imaginó ser traicionado por las personas más importantes en su vida.

Ron y Hermione ya no eran nada para el, siempre habían fingido quererlo, apoyarlo y sentir estima hacia el.
Sin poder evitarlo recordó las palabras de su primo Dudley “¿Quien querría un amigo cómo tu?”

La cruel verdad lo lastimaba más.
Paso cerca de la cabaña de Hagrid, el semi gigante estaba cortando carne, tal vez para los animales que cuidaba.

Se detuvo y por un momento pensó en tocar su puerta, pero después negó, no quería molestarlo con sus problemas, sabía que Hagrid al saber la verdad no reaccionaria nada bien.

Entonces siguió caminando hacia el bosque, se puso la capa invisible para que ningún centauro lo viera y posteriormente lo molestará.

Llegó hasta la espesura del bosque y se sentó bajo un árbol, no había nadie alrededor, solo el y su dolor.
Los mejores recuerdos que había pasado con Ron y Hermione no demoraron en llegar a su mente.
Bajo la cabeza e intento no llorar, ahora se sentiría abandonado, sus años en Hogwarts ya no serían idénticos.

Cada día de sus vacaciones era insoportable, siempre deseando que terminara para volver al mundo mágico y encontrarse con ellos. ¿Ahora que haría? ¿Como los podría ver a los ojos sin sentir dolor?

Terminando con sus pensamientos, escucho que las ramas secas en el suelo se rompían, levantó la mirada asustado, no había nadie a una distancia de cinco metros.

Se levantó, se quitó la capa invisible, se sacudió la tierra de la túnica y emprendió el camino de regreso al castillo, sin pensar que alguien haría su típica aparición molestosa.

—¿Qué haces, Cara rajada?

Aquella voz hizo que cerrara los ojos y suspirara cansado.
Volteo y vio a Malfoy que lo mirada desde un árbol. El rubio estaba recostado con una escoba en la mano.

—¿Me estas siguiendo?—le pregunto Harry con el ceño fruncido.

—¿Crees que no tengo algo mejor que hacer?

—Mm... Tal vez. ¿Que haces aquí?

—No sabía que el bosque era de tu propiedad, ¿Cuanto te costó?—le dijo con una de sus sonrisas sarcásticas que siempre molestaba a Harry.

El azabache no le respondió y siguió su camino regañando entre dientes.

—¿Porque llorabas?—le pregunto Draco sin moverse del árbol, pero al ver que Harry se alejaba, decidió seguirlo—. ¿Tienes miedo? Es normal que lo sientas, ese Sirius Black no descansará hasta destriparte.

—Gracias por tu preocupación, Malfoy—gruño Harry sin voltear a verlo.

—¿Preocupación?—murmuró Draco y rió por un momento, pero luego se detuvo asustado, se plantó como una estaca en la tierra, miraba al frente totalmente aterrado. Su rostro se había vuelto más blanco del que se acostumbraba.

Harry no sintió ese cambio repentino de Malfoy y solo siguió caminando, entonces antes de salir del bosque, levantó la mirada hacia el cielo y vio a Malfoy volando a toda velocidad en su escoba, como si hubiera visto su propia muerte.

—Estúpido—murmuró Harry y regreso al bosque, ahora por fin sentía que volvería a tener privacidad.

Camino con la mirada agachada mientras pensaba en todas las veces que Ron y Hermione le habían mentido, sabia que ese tipo de pensamientos lo lastimarían pero eran inevitables.

—Nunca, nunca se los perdonaré—murmuró sin dejar de caminar—. Confíe en ustedes... —pateo furioso una roca, sin imaginarse que el sería el que sufriría. La roca terminó por darle un dolor muy grande—. ¡Mierda!—grito y se dejó caer en la tierra, se cogió el pie con ambas manos y cerro los ojos con frustración.

Se había levantado con el pie izquierdo, las peores cosas solo le estaban sucediendo a el.

—¿Ahora que?—gruño al escuchar pisadas detrás—. Si quieres molestarme juro que te golpeare—soportando las punzadas en su pie, por el golpe que había dado a la enorme roca. Se puso de pie y volteo creyendo que podía tratarse otra vez de Malfoy—. Eres un maldito infeliz...—se dio cuenta de lo equivocado que estaba y se quedó callado, con temor vio el enorme perro negro que se encontraba a una distancia muy corta, tal vez de dos metros.

Harry al instante lo reconoció con el Grim, la profesora de adivinación también lo había visto.
¿Podría tratarse del final de su vida?

El enorme perro no hizo nada, solo lo miro atento, no hacia movimiento alguno.
Ambos se miraron, Harry y el perro negro, esperando que algo pasará en el bosque para romper con el incómodo y miedoso encuentro.

Always-Nuevo inició.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora