𝒟𝑒𝒶𝒽 𝒶𝓃𝒹 𝓌𝒶𝓇 𝓉𝑜𝑔𝑒𝓉𝒽𝑒𝓇

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𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊

Capítulo dedicado a:

kharlarmatos

Siendo aquel patio de guerra completamente suyo, se encontraba perdiendo todo, justo como años antes había sucedido con Heracles

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Siendo aquel patio de guerra completamente suyo, se encontraba perdiendo todo, justo como años antes había sucedido con Heracles. Una extraña actitud de superioridad comenzaba a invadirlo cuando volvía a tener territorio judío, sin embargo, aunque ese sentimiento brotase en él con ferocidad sabia que requería de mas ayuda, que necesitaría a un olímpico dios de su lado, razón por la cual había mandado aquella nota a Birmingham, pidiéndole a Hades directamente que viniese a su lado de la ciudad.

Sentía un deseo casi perturbador de tener al dios del inframundo a su lado, el simple hecho de decir su nombre y que todos temiesen o se incomodaran le atraía con naturalidad. Era una realidad que el mismísimo Alfred Solomons con solo aparecer o hacer una entrada interesante lograba tener un inocente temor e inquietud en el ambiente, pero aquel ser divino era mucho mas temible, mucho mas respetable de lo que se esperaba, y se cuestiono por un segundo que quizás solo sea un rumor que se salió de las manos.

Prendió el tabaco que se encontraba dentro de su pipa, con la imagen mental de Maggie retándolo por fumar a tan tempranas horas. Borro el pensamiento en seguida, centrándose en lo importante y no dejándose desviar por el sentimentalismo que le da con recordar a la mujer, menos cuando se sentía culpable por obligar a que aquella figura materna trabajase en algo que detestaba con toda su alma.

Ahora tenia que centrarse en mantener viva a su gente y preocuparse por clavarle una espada a cada maldito romano que atente contra él.

Ares, como el dios orgulloso que era, buscaba como salir victorioso nuevamente, como en las tantas batallas en las que ha estado, pero su mente pendía de un hilo, y cada vez se volvía mas débil, sin saber en que tiempo se encontraba, si seguía junto con los gritos de sus compañeros, o en la salida que había hecho con su hermana antes de partir al infierno mismo; y su voz, su tranquilidad, había perdido a su Temis, la había alejado cuando la soledad lo azoto como nunca, obligándolo a actuar por instinto y no con la cabeza. Aun recuerda el llamado de atención de Persephone, donde le demostraba que, a pesar de estar a kilómetros de la capital, ella sabía exactamente que ocurría en su ciudad. Se sentía francamente orgulloso de que su pequeña Scar estuviera pendiente de los negocios que el injustamente le arrebató.

Era un orgullo que brotaba de él, y aunque intentase ocultarlo salía a flote, recordándola con cariño, como si ella fuese su mas grande y espectacular creación.

Al instante se corrigió, debía de seguir enojado, seguía sin soportar que su hermana ya no fuese la que era antes, su subconsciente le repetía que ya no era la misma y debía odiarla con su ser, que tenia que querer humillarla por tomar esa decisión, hacerla sentir insuficiente... pero no podía, aunque quisiese sentirse bien con aquella venganza nunca podría hacerle eso a su hermana. Le gustaría que su terquedad saliera a flote, grabándose en su mente que cada vez que la viera fuese un verdadero hijo de puta, que si se comportaba así tendría por fin la aceptación de su propio padre, que le había enseñado a odiar a todas las mujeres, aun si eran su propia madre.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Where stories live. Discover now