𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]

𝒹𝑒𝒶𝓉𝒽 𝒾𝓈 𝒷𝓊𝓁𝓁𝓈𝒽𝒾𝓉

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖙𝖗𝖊𝖘

El sol aun no salía en Londres, escondido entre las ultimas nubes que la noche dejó, los hombres preparados para fingir estaban con sus vestimentas planeadas, con el aire frio colándose por las mangas de las camisas, y el ruido constante de las pisadas al trasladarse por el lugar.

Harry admiraba como los hombres, cada uno más extravagante que el anterior, repetían el guion que Shelby les había dado, luciendo como panaderos, unos dedicados a la fuerza bruta y otros con vestimentas de oficina.

Sin embargo, el judío no podía apartar la mirada de la pareja, Scarlett cerca de aquel gitano acomodándole la corbata hasta que quede como a ella le gusta, y él mirando su rostro sin ningún gesto que delatase adoración, hablaban en lo que parecían ser susurros, y no negaría que le daba algo de celos verlos, admirando el espectáculo con brazos cruzados, mientras a su lado Ollie delataba ansiedad y enojo.

-tienes que tranquilizarte- susurro tenso, al ver como Solomons le quitaba el cigarro de la boca para fumarlo ella, viendo a Shelby hacer lo que le parecía ser una sonrisa- Alfie aparecerá, ahora nos queda confiar en lo que sucederá.

-si no está Alfie estamos en desventaja, ¿y si uno de los italianos lo tiene?- negó- Scarlett tomará todo el control y quizás no sea lo suficiente para que sobrevivamos en Londres.

-lo haremos, yo no desconfiaría de Scar, sino del Shelby- aclaro su garganta para buscar las llaves del auto en su bolsillo.

-¿por qué? ¿qué te hace desconfiar de él? Creo que puede ser un buen aliado.

-sí, pero es muy... arrogante- el gitano ya se había dado cuenta de que Davis lo miraba, por lo que se dedicó a susurrarle cosas a la mujer aun sin la necesidad de ello- no creo que sea correcto darle más poder del que ya tiene, sino nos utilizará como si no fuésemos nada.

El chico a su lado calló, sintiéndose enojado de la indiferencia que Scarlett mostraba ante la desaparición del Solomons mayor, soltando pequeñas risas con el mencionado, caminando hasta ellos con una sonrisa encantadora.

-bien, Harry iremos primero a casa, aún es muy temprano y los nuevos conocerán la fábrica para que después no se pierdan, en unas horas volveremos a Candem a ver que tal, sino tendré que hablar yo- asintió señalando el vehículo de lujo que adquirió los pasados días- ¿aprendiste a manejarlo?

-por supuesto- le sonrió de lado abriendo caballerosamente la puerta trasera- los primeros días fue difícil, pero ahora es como un auto más para mí- no pudo evitar darse más crédito del que merecía, viendo como su amiga lo admiraba por todos lados.

-¡eh! ¡Scarlett!- grito Ollie, acercándose con el ceño fruncido- ¿ya te iras? ¿tan pronto?

-tengo cosas que hacer, no puedo estar esperando todo un día- acomodo su camisa sin darle mucha importancia.