𝓁𝒾𝓉𝓉𝓁ℯ 𝓁𝒾𝒶𝓇

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𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊

Podría asegurar sin dudar un segundo, que ver a Scarlett vestirse era su actividad favorita, ver cómo sin quererlo acariciaba su piel en cada roce, como las prendas se amoldaban a su cuerpo conste iban bajando por sus senos, la forma simple y desi...

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Podría asegurar sin dudar un segundo, que ver a Scarlett vestirse era su actividad favorita, ver cómo sin quererlo acariciaba su piel en cada roce, como las prendas se amoldaban a su cuerpo conste iban bajando por sus senos, la forma simple y desinteresada con la que arregla su cabello, pintando sus labios con una precisión la cual da gusto ver.

Estaba embalsamado, apreciando cada mínimo movimiento por parte de la mujer. viendo como el vestido azul oscuro lucía precioso en su cuerpo.

Le agradaba saber que lentamente perdía el miedo de vestirse bien, sin estar oculta detrás de pantalones anchos y camisas de Alfie, acostada en la cama pensando que en cualquier momento los bastardos italianos vendrían a por ella.

Scarlett lo estaba afrontando a pesar de cualquier pensamiento negativo en su mente, y él estaba detrás de ella alentándola a superar sus miedos, acompañándole con las palabras justas y necesarias, demostrándole con actos que si ella lo necesitaba estaría ahí.

Tal cual como ahora.

Sentado en la cama individual, separó las piernas y sonrió con maldad en la boca, notando como Scarlett colocaba perfume en su cuello, terminando de sacar un collar de perlas del pequeño joyero.

-¿qué?- fue lo primero que preguntó cuando notó como la mirada masculina descendía por sus piernas, viendo gracias al espejo como Tommy se levantaba de su cama para caminar hasta ella.

Coloco las manos en su cadera, apegando su espalda contra él, haciendo contacto visual gracias al espejo redondo que adornaba la pared.

-no es necesaria nuestra presencia en el Garrinson, lo sabes, ¿no?- Ella sonrió mientras negaba, colocando los anillos en sus dedos.

-tus hermanos nos quieren ahí y no los abandonaré simplemente porque me haces reír con tus chistes crueles y tus anécdotas raras- sintió la sonrisa de Tommy en su cuello, con las palmas que vagaban por su vientre bajo y cadera- Thomas Shelby.

Soltó una risita al estremecerse con los labios suaves en su mejilla, notando como cesaban las caricias para abrazarla.

-¿puedes ayudarme para que podamos irnos?- le mostró el collar y el asintió alejándose un paso, acomodó su cabello hacía un lado, sintiendo la frialdad de las perlas subir por los costados.

No sabía que Tommy podía llegar a ser tan cariñoso, conocía cuan burlesco o jovial se podía volver, pero aquella faceta donde no paraba de tocarla era completamente nueva.

No había que agregar el hecho de que le agradaba sentirlo tan cerca.

Cuando escucho el susurró de Tommy diciendo que estaba listo, se dio la vuelta para enfrentarlo.

-te ves jodidamente hermosa- halagó con una mirada segura, deteniéndose en su sonrisa- vamos a ver qué mierda quiere Arthur.

Scarlett avanzó delante de él, bajando las escaleras para encontrarse con Louisa, la anciana tomaba una taza de té con un trozo de pastel de frambuesas, a su lado izquierdo tenía dos croissants y rellenaba un juego que estaba en el periódico.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt