Lonely Hearts | L.H

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El sonido de mi celular hizo que me levantará, eran las diez de la mañana y sentía que no había dormido absolutamente nada, ayer apenas y tuve tiempo para comer correctamente. Y ni hablar del calor, Aime mencionó que mis ojos habían cambiado de color después de que habíamos ido a tomar la medidas, y le expliqué que cambiaban de calor dependiendo el clima y estado de ánimo y está vez ambos fueron factores culpables.

El izquierdo se veía de un color azul y el derecho de un color violeta, apresar de mi mal humor Aime había aprovechado para tomarme fotografías y subirlas a su página de Instagram y en menos de tres horas más un millón de personas habían reaccionado.

Me puse algo más casual, unos shorts y una camisa holgada de color azul y unos tenis blancos, baje hasta la cocina y me hice un sándwich de crema de maní, mi favorito sin duda. Después de haber comido tome las llaves de mi auto y fui por el.

Conducía de camino a la agencia y pude notar como si rostro estaba por las calles de Los Ángeles tal y como Charlie me había dicho.

Se suponía que ayer tenía que ir a ver los vestidos para el domingo pero por falta de tiempo y sobre todo humor lo pospuse hasta mañana en la tarde, Stephanie me había dicho que llegará a la agencia por la mañana ya que querían ver unos últimos detalles que quedaron pendiente ayer.

Antes de aparcar el auto frente a el edificio pude ver cómo habían varios fotógrafos afuera, como si estuvieran esperándome. Al abrir la puerta los flashes cayeron sobre mi uno tras otro.

—¡Danos tu mejor sonrisa Bella! —esuché gritar a una persona.

—¡Solo un par de fotografías!

Dejé de caminar y les di una sonrisa a todos los fotógrafos quienes comenzaron a tomar fotografías sin parar.

—Permiso, voy a pasar —les dije de la forma más amable que pude.

Se hicieron a un lado pero seguían tomándome fotografías, al entrar a el edificio las recepcionistas me saludaron y yo hice lo mismo, subí a el ascensor y marque el número del piso en dónde estaba la oficina de Stephanie.

—Hola Bella —me saludó cuando me vio entrar a su oficina.

—Hola Sthep —le di una sonrisa.

—Toma asiento, no te quitaré mucho tiempo solo quiero que me verifiques las medidas que me dieron ayer con tu visita, ya sabes que para estar seguras de cualquier cosa.

—Oh por supuesto.

Ella me dió una carpeta lila, que tenía mi nombre y lo abrí, tenía la información que me habían pedido cuando me uní a la agencia hace seis años. Vi la medidas y eran exactamente las mismas que me había obtenido ayer, le dije a Stephanie que todo estaba en orden y que le habían dado bien los datos.

—Bien, eso es todo gracia por haber venido, cualquier cosa te hablaremos.

—Gracias, te veré pronto entonces.

Me sonrió y yo me levanté de la silla para salir de la oficina, no me había quitado mucho tiempo por lo que iría a casa, lo único que deseaba en ese momento era dormir hasta sentirme satisfecha. Los fotógrafos aún estaban en la entrada y está vez los de seguridad me escoltaron hasta mi auto con el único propósito de que los fotógrafos mantuvieran su distancia conmigo.

—Gracias, Jackson —le dije al moreno que abrió la puerta de mi auto.

—No hay de que Bella.

Entre y el cerro la puerta, Jackson estuvo saliendo con Aime desde hace ya unos varios años pero aún no hay quedado en nada formal, él en realidad era un buen tipo pero Aime no estaba segura de formalizar algo con él aún y yo la comprendía y apoyaba.