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Salí de la ducha con la bata de baño puesta, caminé hasta el armario donde había puesto la ropa que había empacado para el viaje estaba sacando lo que me pondría cuando tocaron la puerta, dejé la ropa en la cama y caminé hasta la puerta de la habitación y abrirla.

—¿Aime?

—¿Vienes a cenar con nosotras? —preguntó y señaló a una parte, salí un poco de la habitación y vi a las chicas las cuales me saludaron al ver.

—Me encantaría ir con ustedes pero ya he quedado con Luke.

—Está bien Bella, otra noche saldremos.

—Diviértete mucho con tu rubio de ensueño —comentó Grecia con una sonrisa.

—Lo haré, ustedes también diviértanse juntas.

—Eso no lo dudes.

Se despidieron de mí y comenzaron a caminar al elevador, entre de nuevo a la habitación cerrando la puerta para poder vestirme.

El reloj marcó las diez y minutos después alguien había tocado la puerta y supe que se trataba de él, sonreí y tomé mi bolso para después abrir la puerta encontrándome con el rostro del rubio quien sonreía.

—Siempre que te veo te veo más hermosa que la vez anterior —sonreí y él se acercó para besar mi mejilla.

—Hola —pase mi mano por su cabello acomodándolo un poco.

—Hola Ángel, ¿nos vamos?

—Sí.

Salí de la habitación cerrando la puerta y antes de caminar por el pasillo para llegar al ascensor, Luke tomó mi mano y la entrelazando con la suya caminando juntos por el pasillo hasta llegar al ascensor.

Él sostenía mi mano mientras recargaba su cabeza sobre la mía, no pude evitar sonreír al ver lo tierno que nos veíamos en el espejo de los ascensores, puse la cámara en mi celular y nos tomé una foto, no se dio cuenta ya que tenía los ojos cerrados pero cuando estaba por tomar la segunda foto abrió los ojos dándose cuenta y sonrió haciendo que un hoyuelo se marcara en su mejilla.

Al salir del hotel estaba su auto estacionando, me abrió la puerta y una vez que estaba adentro la cerró y rodeo el auto para entrar y poner el auto en marcha no sin antes encender el estéreo haciendo que lo primero que se escuchará fuera la voz de Calum al inicio de Valentine.

—I love the light in your eyes and the dark in your heart.

Luke sonrió y le subió un poco más al volumen para unirse a mí y cómo era de esperarse su voz era la que más relucía entre los dos y es por que era como escuchar a los mismísimos dioses.

Cuando habíamos llegado al restaurante sostuvo mi mano nuevamente, al entrar solo dio su nombre y una persona esperaba por nosotros para llevarnos a nuestra mesa.

—Su mesa señor y señora Hemmings —la persona que nos había llevado hasta la mesa se detuvo y nos indicó cual era.

—Muchas gracias —murmuré.

El mesero asintió para después dejarnos solos, Luke me ayudó con la silla y después de eso él tomó asiento. Las cartas del menú estaban sobre la mesa por lo que al verla la tomé para ver qué era lo que deseaba comer en ese momento.

Unos minutos después el mesero había regresado por nuestras órdenes, al darlas retiro las cartas y unos minutos más tarde la comida estaba siendo servida.

—Todo esto se ve delicioso.

—Dicen que es uno de los mejores restaurantes...

—¿Dónde estuchaste eso?

—Por ahí —sonrió—. Lo mejor para la mejor —me guiño el ojo.

—¿Qué tienes planeado hacer después de la cena?

—¿Después de la cena? —frunció un poco los labios e hizo como si estuviera pensándolo—. Si te dijera lo que quisiera hacer después de la cena estaríamos aquí toda la noche que no habría tiempo de hacer nada de lo que pienso en este momento. Pero te daré una pista. Todo tiene que ver contigo.

Sabía en qué sentido lo había dicho por lo que no pude evitar sonrojarme un poco pero sabía que era lo suficientemente ligero para que solo él pudiera notarlo.

—Sabes que no me refiero a eso Luke.

—Lo sé Bella, solo que me gusta ver el lindo rubor de tus mejillas.

—Lo digo en serio Luke.

—De acuerdo, ¿qué te parece ir a caminar un poco por la ciudad? Solamente tú y yo.

—Eso suena bien, aunque lo otro también parecía bueno.

—Isabella Campbell, ¿estás coqueteándome?

—Sí...

—Me gusta. Pero no más que tú.

Le sonreí y después de eso nos concentramos en comer mientras hablábamos de una que otra cosa no muy importante, estuvimos ahí una hora con uno cuantos minutos.

Al salir del restaurante, tomé su mano y comenzamos a caminar en dirección al auto dónde me abrió la puerta y me subí, encendió nuevamente el estéreo, me dijo que dejaríamos el auto en un estacionamiento que no estaba muy lejos de aquí para poder caminar más a gusto.

Le comenté que había un parque que no estaba muy lejos de donde estábamos y que sería perfecto para pasar el rato juntos, él acepto con una sonrisa.

Paso su brazo por mis hombros, dejó un beso sobre mi cabello y entrelazó nuestras manos, la ventaja que teníamos aquí en Corea era que casi nadie le prestaba atención a la personas. Y si lo hacían respetaban y dejaban de observarlos.

Nos sentamos en una banca libre viendo a todo lo que nos rodeaba, estábamos en silencio y eso resultaba a bastante cómodo, recargué mi cabeza sobre su hombro.

—De verdad que hoy te ves más que hermosa, Ángel —canturreo.

Lo observé con una sonrisa, cuando él lo notó hizo lo mismo, Dios, Luke era simplemente maravilloso.

Estire mi mano hasta ponerla en su rostro y dar unas ligeras caricias con mi pulgar haciendo que sonriera y un hoyuelo apareciera, sonreí aún más, me acerqué a él para besar su labios.

—Te quiero, Luke —susurré y retomé mi posición de hace unos minutos.

Él pasó sus brazos por mi cintura para abrazarme, nos mantuvimos así durante unos minutos más. Era simplemente magnífico.

—También te quiero Bella.

Observe nuestras manos entrelazadas y suspire un poco. No pensé encontrar la tranquilidad tan rápido pero con Luke había sido tan fácil y tan cómodo que parecía irreal.

Mi corazón latía con tanta fuerza por él.

Solo espero que el de él haga lo mismo.

Lonely Hearts | L.HWhere stories live. Discover now