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Estábamos caminando en las calles de Beverly Hills, apenas había llegado de la sesión que había tenido al medio día salimos de casa para ir a comer algo y luego ir a caminar en las calles totalmente iluminadas y buscando tiendas de ropa para lo que usaría el día de mi cumpleaños.

Regularmente compraba mi ropa una semana antes pero ahora había estado lo suficientemente ocupada como para dejarlo de último momento, habíamos entrado a varias tiendas pero no había encontrado algo que me gustará lo suficiente hasta que  encontré mi felicidad en una tienda de Versace y Jolie también lo había hecho, había encontrado el vestido perfecto, fue amor a primera vista que no dude en comprarlo, Jolie también compro algo ahí y después fuimos a más tiendas, teníamos las manos llenas de bolsas pero no teníamos intención de regresar a casa pero teníamos que hacerlo, Taylor llegaría por ella en una hora para llevarla a su casa y así poder llevarla mañana a el instituto.

No había hablado con Luke desde ayer, estuve ocupada por la mañana y apenas tenía tiempo para comer y ahora estaba con Jolie quizás al llegar a casa le mandaría un mensaje, dejamos las bolsas en el maletero del auto.

Subimos al auto y Jolie puso el estéreo  y se puso a cantar algunas canciones que pasaban, minutos después estábamos en mi casa dejando las bolsas en el suelo y nos tendimos sobre los sofás.

—¡Muero de hambre! —dijo Jolie.

—Yo también muero de hambre, creo que debimos de haber comprado algo de comer.

—Si debimos hacerlo.

—Creo que hay un KFC cerca, pararemos ahí, compremos el pollo e iremos a casa que Taylor siempre llega puntal.

—Ni me lo digas...

Hicimos nuestro pedido por el autoservicio y pasamos hasta la ventanilla para recogerlo, me lo dieron y yo sé lo pase a Jolie para darle el efectivo a la chica que estaba en la ventanilla.

—¿Eres Bella Campbell? —preguntó un poco incrédula.

—Si, esa soy yo.

—¡Oh Dios! Soy tu fan, ame demasiado tu pasarela en la semana de la moda en febrero, estuviste estupenda.

—Muchas gracias —le sonreí.

—¿Podrías darme tu autógrafo?

—Claro —la chica me pasó rápidamente un hoja y un boli— ¿Cuál es tu nombre?

—Scarlett.

—Lindo nombre —dije mientras terminaba de escribir y luego le di la hoja y el boli.

—Gracias, que tengan una linda noche.

Le regalé una sonrisa y salí del estacionamiento para volver a incorporarme a la carretera y dirigirnos a casa, durante el semáforo en rojo voltee para ver a Jolie.

—¿Pasa algo? —le dije cuando me di que tenía la vista perdida y tenía el labio fruncido.

—No pasa nada, solo que aún no me acostumbró a ser la hermana de una supermodelo.

—Yo tampoco me acostumbró a serlo.

Y eso era la verdad, tenía varios años en la industria pero aún no me acostumbraba a esto, había comenzado muy joven y mi carrera comenzó ir en ascenso cuando cumplí los 18, todo el mundo sabía de mi.

Por suerte pude terminar la secundaria con normalidad, siempre quise estudiar la universidad ese era uno de mis metas pero no pude seguirla y no porque no pudiera, de hecho tengo la posibilidad de entrar a la universidad de mis sueños y estudiar la carrera que siempre quise, dispongo de el efectivo pero no dispongo de tiempo suficiente.

Llegamos a casa, bajamos rápidamente las cosas que estaban en el maletero y entramos a casa, Taylor podría llegar en cualquier momento, Jolie y yo sabíamos que si nos encontraba comiendo se nos uniría y esperaría más tiempo. Nos sentamos en la sala a ver una película mientras comíamos pollo cuando minutos después el timbre de la casa se hizo presente, me levanté del sofá y arrastrando mis pies llegué hasta la puerta principal y abrí de mala gana.

—Vengo por Jolie —oí la voz de Taylor.

—Estamos comiendo, ¿crees esperar un poco?

—¿Que comen? —entró y yo cerré la puerta.

—Pollo, ¿quieres?

—Ya que insistes —rodé los ojos y camine detrás de él.

Llegamos hasta la sala saludo a Jolie y tomo una pieza de pollo para sentarse en el sofá y ver con nosotras la película, sabía que no se resistiría.

Cenamos mientras veíamos a televisión pero después de un rato Jolie y Taylor se fueron dejándome nuevamente sola.

Disfrutando de mi soledad.

El silencio reinaba en la casa y se me hizo imposible no recordar el día en que deje a mis padres, la culpabilidad que sentía ese día regreso a mi y se sentía como si todo estuviera volviendo a pasar.

Tenía 19 cuando deje mi casa, mi carrera apenas estaba iniciando y era una estúpida.

Subí mis pies a el sofá para abrazarme a mi misma, quizás así mi corazón no se sienta tan solitario, el silencio era abrumador y melancólico la tristeza que había sentido el día en que me dejó estaba regresando y se había multiplicado. Lo estaba sintiendo con tanta intensidad que hacía mi corazón doler.

Las lágrimas resbalaban sobre mi rostro sin parar, las emociones se habían multiplicado se sentía horrible, se sentía como en el momento que pasó. En el momento que recordé como yo misma había arruinado mi felicidad.

Se sentía como si miles de agujas atravesarán mi cuerpo al mismo tiempo pero con lentitud.

Parecía que estaba agonizando.

Mis sollozos era lo único que se escuchaba en el total silencio de la casa, mi soledad había decidido que era el mejor momento para recordar todo aquello que una vez me lastimó.

Todo justamente dos días antes de mi cumpleaños, esto ya estaba comenzando a hacerse parte de casa cumpleaños, un día antes el dolor que alguna vez sufrí tenía que aparecer para hacerme sentir como la persona más estúpida del mundo.

Me dolía mucho, que en ese momento me gustaría regresar a el tiempo e impedir que todo eso que perturbaba mi vida nunca hubiera pasado.

Deseé no haber conocido a ese fotógrafo en la tarde.

Deseé no haber conocido a Alec.

Deseé no haber dejado mi casa.

Deseé no haber creído en él.

Deseé no haber hecho eso.

Deseé no haber podido superarlo.

Deseé morir en ese mismo momento, quizás solo así el dolor abría desaparecido.

Deseé no haberme enamorado de él.

Lonely Hearts | L.HWhere stories live. Discover now