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El sol me llegaba directamente a los ojos por lo que tuve que removerme un poco de la cama y fue entonces que me di cuenta de que no estaba sola.

Abrí los ojos lentamente encontrándome con el rubio que dormía profundamente, anoche había bebido y estaba ebrio por lo que al llegar a la cama quedó rendido.

Lentamente pase mi mano por su cabello con el cuidado de no despertarlo, me puse de pie y caminé hasta el baño no sin antes ver la hora.

11:45 AM

¡Oh mierda!

Aime me matará. Cuando vi la hora entre rápidamente al baño para lavarme la cara y luego salir del baño para ir por mis cosas dude mucho en despertar a Luke.

Se veía tan veía tan cómodo, busqué algo con él que pudiera anotar algo y cuando lo hice lo dejé sobre su móvil, me acerqué para besarle la frente y salir de la habitación lo más rápido que pudiera, hoy era la última pasarela después de esta nos iríamos a Los Ángeles por lo que ya no vería a Luke.

En menos de quince minutos había llegado al lugar donde sería el evento entre rápidamente y me dijeron que tenía que darme una ducha para que mi cabello estuviera húmedo y estuve agradecida por ello.

Me dieron el atuendo que utilizaría, me maquillaron y peinaron entonces esperé unos minutos para esperar la apertura del show, era la que cerraba esa temática.

A las 3:30 la pasarela había terminado y yo no quería nada, la resaca no me había afectado anteriormente pero ahora está matándome, fui a ponerme mi ropa y mientras lo hacía el tono de llamada de mi móvil se comenzó a escuchar.

Así que sin esperar más o ver de quien se trataba atendí.

—Diga —termine de ponerme la blusa.

—Te has ido...

—Oh Luke, tuve que irme se me había olvidado que tenía una pasarela y he tenido que salir lo más rápido no quise despertarte, perdón.

—Está bien Bella no te preocupes —suspiró—. Pensé que quizás querías pasar el día conmigo, estoy libre.

—Nada me gustaría más que eso pero hoy me voy a Los Ángeles, la campaña a terminado y la agencia y yo tenemos que regresar.

—¿Hay algo que pueda hacer para impedirlo?

—Que yo sepa no. En serio que me gustaría pasar el día contigo Luke pero no creo que se pueda, lamento decepcionarte.

—Oye no estás decepcionado a nadie, comprendo Ángel, supongo entonces que te veré en dos días más en Los Ángeles.

—Si eso supongo...te quiero Luke —escuché una risita.

—Te quiero aún más Bella.

Colgué y deje el móvil en mi bolso para salir del lugar e ir a el hotel por mis cosas ya que el vuelo salía en dos horas y no podía llegar tarde y no lo hice.

Jaqueline fue mi compañera de asiento esta vez, pero estaba tan agotada que no me hizo conversación y yo tampoco lo hice, ella se durmió durante todo el vuelo mientras que yo simplemente escuchaba música o veía una película algo totalmente normal.

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles era demasiado tarde por lo que al llegar a casa fui a darme una ducha para después ponerme la pijama para de una vez poder dormir como quería desde hace unos días. Y justo cuando había apagado todas las luces lista para dormir una llamada entro, bufe y de mala gana tomé el móvil y en la pantalla vi que se trataba de un número desconocido pero este se me hacía un poco conocido, mi ceño se frunció un poco y atendí.

—¿Diga?

—¿Isabella?

—Sí, ¿quién habla?

—Morgan, necesito de ti.

—¿Morgan? ¿Qué es lo que necesitas?

—¿Puedes venir por mi? —sollozó—. Estoy en un lugar llamado holandés es un edificio verde muy feo, está en la calle velmur y blimey.

—Claro estaré ahí en unos minutos...¿estás bien Morgan?

—Por favor ven rápido Bella...

Ella había ignorado completamente mi pregunta le di una respuesta afirmativa, me puse mi abrigo uno tenis, tomé mis llaves y salí de la casa en el auto tomando las indicaciones que ella me había dado, puse el nombre de las calles en el GPS y marcaba a qué estaba un poco lejos de donde yo vivía por lo que estaría ahí en veinte minutos.

Vi aquel edifico verde feo y me apresuré a acercarme y entonces la vi, ahí estaba ella sentada en el suelo abrazándose a sí misma, baje del auto y me acerqué a ella rápidamente.

—¿Qué es lo que te ha pasado? —la tomé de la cara—. Mira cómo estás.

—¿Podemos solo irnos? Ya no quiero estar ni un minuto más aquí.

Lo dude por uno minutos pero termine asintiendo, su puso de pie y camino hasta el auto para subir sin siquiera esperarme, la sentía tan extraña que mis nervios se alterarán. Subí al auto y nos quedamos en silencio durante uno segundos.

—¿A dónde quieres que te lleve?

—¿Crees que pueda quedarme en tu casa? No quiero ir a la mía.

—Claro que puedes Morgan...¿segura que estás bien? —la vi.

—No quiero hablar de eso Isabella, ¿podrías respetar eso? —asentí.

—Cómo quieras.

Puse el auto en marcha y en unos minutos más estábamos en mi casa caminando hacia la habitación donde Morgan se quedaría.

—Toma —le entregué ropa—. Estoy segura que quieres darte una ducha, ya sabes dónde está el baño, si necesitas algo más no dudes en llamarme —asintió y entonces me di la vuelta.

—Gracias Isabella —me giré para verla por última vez.

—No hay nada que agradecer, descansa Morgan.

Me di la vuelta con la intención de ir a mi habitación, cerré la puerta y esta vez si pude dormir sin interrupciones aunque tenía la esperanza de que rubio me llamara. Lo haré yo mañana.

Lonely Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora