Pearls of Evil

Capitulo 20

*POV Layla

Miré el cadáver de Dave mientras Justin me quitaba las esposas.

-¿Estás bien? - me levantó.

Negué con la cabeza y me aparté de él antes de vomitar.

-Apartate Justin - no quería que me viera de esa manera.

-No digas bobadas, es normal cuando ves tu primer cadáver.

-¿El primero? El último. Aléjate de mi - lo empujé.

-¿Estáis bien? - Kate salió corriendo del coche.

-¡¿Porqué no has hecho nada para evitarlo?! - le eché en cara.

-Creía que si saliamos del coche te mataría. Y sabiamos que Justin no necesitaría ayuda. Recojeré el dinero.

-¿Layla te llevo a un hospital? - Justin me rodeó con sus brazos.

-Déjate de hospitales! - aparté sus brazos de mi cintura - Llévame a casa.

Kate y Justin volvieron al coche y yo miré por ultima vez el cuerpo inerte de Dave. Me acerqué a él y cogí mi móbil de su bolsillo.

-Lay... - susurró.

-¿Dave? - seguía vivo - Gracias a Dios. ¡Justin! ¡Kate! Ayudádme.

Justin volvió corriendo hasta mi junto a Kate. Llamé a una ambulancia y les dí la dirección de donde nos encontrábamos.

-No te quedes ahí parado!

-¿Sabes que este tío ha intentado matárnos?

-¿Conoces la palabra "perdonar"? Además la ambulancia ya esta en camino.

-Pues tenemos que irnos, Kate.

-¿Te irás y me dejarás sola? - Me crucé de brazos.

-¡¿Quieres que me metan en la cárcel?! - chilló.

-No me obligues a responder a esa pregunta porque quizás te llevarías una sorpresa.

-¿Eso piensas? Kate nos vamos - su mirada pasó de mis ojos a los de Kate.

-Déjame aquí sola otra vez, después de estar una semana sin verme - dije sarcásticamente.

Justin me miró con lástima, su mirada fue desgarradora para mi. Se dió la vuelta y se subieron al coche para después desaparecer por una calle.

-Dave - volví a arrodillarme junto a él - ¿Me oyes?

-Si - dijo levemente.

-Ahora llegará la ambulancia, no te preocupes - le desabroché la camisa. Uno de los tiros le dió en el hombro, otro cerca de las costillas y el último, que fue directamente a su corazón, se quedó clavado en una placa metálica que llevaba colgando del cuello y formaba parte de un collar.

-Gracias - susurró.

-Ahora tendrás que seguirme el rollo si no quieres acabar en la cárcel. ¿Entiendes? - asintió con la cabeza.

Llegó la ambulancia y mientras nos llevaban al hospital les expliqué que unos cazadores furtivos le habían disparado por error. No sé como, pero funcionó.

Cuando llegamos al hospital se lo llevaron corriendo al quirófano. Me limité a sentarme en la sala de espera y llamar a mi madre para que dejara de preocuparse por mi.

-¿Mamá?

-Hola hija - respondió con voz ronca.

-¿Qué ocurre? ¿Estás bien?