Capitulo 28

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Me desperté por culpa del sol que se colaba entre las rendijas de las cortinas. Me dí la vuelta y allí estaba Layla, de espaldas a mi. Me recosté contra el cabecero de la cama y pasé mi dedo por su hombro y su cuello.

-Buenos días reina - susurré en su oído.

-Buenos días - se dió la vuelta y abrió sus profundos ojos azules, que ahora me miraban incrédulos.

-¿Qué pasa? - pregunté lentamente.

-Que estas más guapo hoy - sonrió.

-Boba - sonreí y la besé.

-¿Me das mi ropa interior?

-¿Qué prisa hay? Quedémonos un rato más aquí - me tapé la cara con las sábanas.

-No - me destapó la cara.

-Me voy a vengar de ti - me crucé de brazos e hice ver que estaba enfadado.

-Véngate si quieres - alargo su brazo por encima de mi y se apoyó contra mi estómago para alcanzar su sujetador.

-¿Sabes como me voy a vengar? - ella se puso la ropa interior mientras me daba la espalda. 

-¿Cómo? - se dió la vuelta con una sonrisa maliciosa y se apartó un mechón de pelo que le había caído en mitad la cara.

-Así - puse mis manos en sus costillas y empecé a hacerle cosquillas como a una niña pequeña.

-¡Para! - dijo varias veces entre risas - Para, por favor.

-Te voy a enseñar a dejárme cinco minutos más en la cama - seguí haciéndole cosquillas en el estómago hasta que decidí parar.

Me tumbé de espaldas en la cama y ella apoyó su cara contra mi estómago. Recorrió con la mirada mi abdomen hasta mis ojos y despegó sus labios lentamente para dibujar una sonrisa.

-Quiero levantárme cada día junto a ti de esta manera - dijo mientras dibujaba círculos con sus dedos sobre mi piel.

-Y yo. Ven aquí - acortó la distáncia que nos separaba y me besó mientras me cogía del pelo como la noche anterior.

-Ahora sí deberíamos levantárnos - se levantó de la cama y me dejó la visión de su ropa interior.

-¿Aún llevas braguitas con dibujos?

-Si - se dió la vuelta - Y si no te gustan me compras unas - me guiñó el ojo y abrió su armario en busca de algo de ropa.

Cogí los pantalones y me los puse antes de ir hacia la ventana y abrirla. El parecía más brillante a con cada segundo que lo miraba. El cielo estaba totalmente despejado, ni una sola nube lo cubría.

-Se nota que ha llegado el verano - me dí la vuelta y me senté sobre la cama - ¿Te gustaría ir a la playa y aprovechar el ultimo domingo antes de las vacaciones?

-¿Porqué no? - sonrió - Entonces cojeré mi bañador. Desayunamos, preparo algo de comida y podremos irnos - empezó a ponerse el bañador mientras se tapa detrás de la puerta del armario para que no la viera.

-Te estoy viendo el culo - mentí.

-Es imposible porque ya llevo el bañador puesto. Há - rió triunfal.

-Voy a preparar el desayuno - me levanté de la cama y salí de la habitación dándole una palmada en el culo.

Bajé de dos en dos las escaleras y al llegar a la cocina empecé a abrir todos los cajones y armarios en busca de algo para desayunar. Saqué el zumo de la nevera y serví dos vasos junto a algunos bollitos de crema que encontré. Oí a Layla bajar las escaleras corriendo.

Pearls of EvilWhere stories live. Discover now