Luke me cogió por el abdomen y, entre él y Tyler consiguieron apartárme de Matt.
Me pitaban los oídos al salir del local, pero Layla no dejó de chillar y yo no la escuchaba. Estaba confundido, las cosas se me habían ido de las manos. Se oyeron algunas sirenas y Luke me zarandeó para hacerme reaccionar.
-Vámonos ya - gritó Luke.
-Tyler, vuelve con Matt. Hablaremos mañana - Layla se despidió de él.
-Esto no quedara así Bieber - me amenazo Tyler mientras me señalaba con el dedo índice.
-¿De verdad? ¡Cuando quieras! - grité.
-Déjalo! - me empujó Luke del pecho.
-¿Aun no recuerdas lo que hice por ti y por Layla? - Tyler se acercó a mi hasta poner su frente contra la mia y mirarme con cara de asesino. Apuesto a que quienes nos miraban no sabrian decir quién estaba más loco de los dos.
-¿Quieres tu dinero? ¡¿Lo quieres?! Te devolveré hasta el último centavo, cretino.
-Vamos! - me estiró Luke.
-¡Te lo juro! - grité mientras caminábamos hacia el coche.
Subimos al coche los cuatro, Layla, Luke, la chica morena y yo.
-No puedo creer que hayas pegado a Matt. ¡Idiota! El lunes no podré mirárlo a la cara - Layla hundió la cara entre sus manos.
Conduje tan rápido como pude para dejar atrás aquel garito. No contesté a ninguno de los gritos de Layla en un buen rato.
-No corras tanto - gritó Layla - No puedo creer lo que acaba de pasar.
-Estás borracha, mañana ni te acordarás. Abróchate el cinturón - me hizo caso y se lo puso.
-¿Y tu estás drogado? Porqué lo parece.
-Cállate - hice una mueca.
Miré por el retrovisor a Luke y la morena, que se estaban besando como si no hubiera mañana.
-¿De dónde ha salido esa fresca? - la señaló Layla.
-No eres la más indicada para llamárla fresca, ¿no crees? - le eché en cara.
-Idiota - dió un tirón de su vestido y se cubrió los muslos con su bolso de mano.
-Toma - me quité la cazadora mientras esperaba a que el semáforo se pusiera en verde - Estás demasiado borracha como para volver a casa.
-Estoy perfectamente - se quedó callada un momento - Toma - sacó su móbil - Envíale un mensaje a mi madre y dile que me quedaré a dormir en tu casa.
-Envíaselo tu, si tan perfectamente estás - Empezó a escribir de manera torpe y lenta - Trae déjamelo a mi. Has estado apunto de mandárme el mensaje a mi y no a ella - reí.
Escribí el mensaje mientras conducía y lo envié antes de llegar a casa de Luke, que aún seguía atrás con la morena.
-Luke, ya emos llegado - le devolví el móvil a Layla.
-Gracias, tu si que eres un colega de los de verdad. Nos vemos mañana Justin, adiós Layla - salieron del coche.
-Adiós, esto- me quedé pensando en el nombre de la chica mientras chasqueba los dedos en busca de la respuesta.
-Brook - acabó ella.
-Eso. Adiós Brook.
-Te quiero Justin - gritó Luke antes de cerrar la puerta.
-Por eso odio los borrachos - miré a Layla - ¿Es la primera vez que te emborrachas? - ella asintió - Intenta no dormirte aun, así no tendrás tanta resaca.
Conduje en silencio hasta llegar a casa. El viaje se hizo largo y monótono, pero sabía que si volvía a abrir la boca sería para criticar, de nuevo, el vestido. Antes de poder aparcar sonó un "bip bip".
-Mi móvil - dijo Layla - Léelo en voz alta, por favor.
-Dice: ¡¿En casa de Justin?! Mañana hablaremos seriamente - imité la voz de su madre.
-Ultimamente no me deja hacer nada, está amargada.
-No digas eso de tu madre - encontré por fin un sitio donde aparcar el coche.
-Pero si es verdad.
Decidí no discutir más con ella sobre un tema tan estúpido como ese. Salí del coche y ella me siguió unos pasos hasta que la cogí por la cintura y la ayudé a caminar unos pasos antes de que se tropezara.
-Te tengo. Te tengo - la cogí en bolandas y la llevé hasta la puerta.
-Ya subo yo sola las escaleras - se cogió a la barandilla y las subió de una en una.
Era como un bebé aprendiendo a caminar, solo que subida a unos tacones demasiado altos para ella.
-Quítate los tacones, que te vas a matar.
-No, soy una señorita - me sacó la lengua.
-Casi puedo verle el culo, señorita - tiré de su vestido un par de veces - ¿Quién te lo ha dejado?
-¿Cómo sabes que no es mío? Es igual. Es de mi madre, me lo ha dejado.
-Ahora tienes que hacerme un favor. Son las cinco de la mañana y Ryan y Kate están durmiendo. No puedes gritar - me puse el dedo índice delante de los labios.
-Pero si yo no- la calle tapándole la boca con mi mano.
-Te prestaré un pijama y te ducharás - asintió - y a dormir.
Le quité la mano de la boca y la besé antes de abrir la puerta. Nos quitámos los zapatos y entramos de puntillas, ella fue hacia el baño y yo a mi habitación. Cogí algo de ropa de mis cajones cuando me sorprendió un Ryan medio dormido y en calzoncillos.
-¿Ya has vuelto? - susurró desde la puerta.
-Si y he traído a Layla conmigo - cerré el cajón - Se está duchando.
-Piensas... - hizo un movimiento con la cabeza - Ya sabes.
-No, deberías ver lo borracha que está. Apuesto a que estaba al borde del coma etílico.
-No tendrías que haber ido. Apuesto a que ya has montado uno de tus numeritos.
-¿A qué te refieres? - intenté disimular.
-A tus típicas peleas de bar con borrachos y salidos - hizo una pausa - Que hipócrita.
-¿Porqué?
-Porque tu también eres un borracho y un salido - rió - Venga, buenas noches.
Abrí la puerta del baño y dejé el pijama y la ropa interior sobre el lavabo.
-Layla, ¿te queda mucho?
-Ya estoy - asomó la cabeza entre las cortinas de ducha y le dí la toalla.
Salí del baño y fuí a la habitación; deshice la cama y me puse el pijama, después me metí dentro de la cama. Ryan ya estaría durmiendo de nuevo.
No tardó demasiado en salir del baño y acurrucarse a mi lado. La abracé, le toqué el culo y subí mis manos por dentro de la camisa hasta su espalda.
-Todavía tienes la espalda mojada - sonreí.
-Ya estaba harta de secarme - me dió dos pequeños besos en los labios y se dió la vuelta - Buenas noches.
Apagué la luz y la rodeé con mis brazos por la espalda. Junté mis piernas a las suyas y ella entrelazó sus dedos con los mío.
-Buenas noches, Layla - le susurré al oído.
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Pearls of Evil
Romance[Español] Justin Bieber es buscado en más de 22 estados por la policía. Se le acusa de tráfico de armas y droga y del asesinato de más de sesenta personas, entre ellas, policías y jefes de otras bandas. Justin tendrá que esconderse o morir. ¿Pero e...