Capitulo 9

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Lo conseguí. Pude dormirme en aquel incómodo sofá. Pero no tardó demasiado en despertarme Kate.

-Justin! - gritó en un susurró, quería gritar pero a la vez no quería despertar a los demás.

-¿Qué? - pregunté con los ojos cerrados.

-¿Quién es esa cría que está en tu cama?

-No es una cría, tiene 18 años - abrí los ojos y me topé de frente con sus ojos oscuros.

-¿Te la has tirado?

-¡¿Qué?! - me calló con un "sht" - No! ¿estás loca?

-¿Entonces de donde ha salido? Ayer no estaba aquí.

-Salí a dar una vuelta y me la encontré en la calle sola - me levanté del sofá y recogí las mantas.

-¿Cuando se irá? - pasé por su lado, ignorándola completamente.

-Cuando quiera. Layla es mi invitada - Miré el reloj, las 7. Saqué el brick de zumo y dí un largo trago.

-Sabes que eso me parece una guarrada - me quitó el brick de las manos.

-Y a mi me parece una guarrada que no dejes de mirar mi cuerpo. Ya sé que estoy bueno - fui hacia el cuarto para despertar a Layla.

Levanté la persiana lentamente hasta que entraron algunos rayos de sol. Ryan se despertó y Layla empezó a abrir los ojos.

-Layla - me arrodillé en el suelo, a su lado, y quedando a su altura - despierta. Tienes que ir a clase.

-¿Clase? - abrió sus grandes ojos azules.

-Si. Levántate y desayuna mientras te consigo algo de ropa.

-No me hagas ir - me cogió del brazo con fuerza.

-Layla tienes que ir a clase. Me vas a meter en un lío.

-No quiero ir - cerró su mano con más fuerza.

-Venga, que no es para tanto - quité uno a uno sus dedos de mi brazo hasta quedar libre. Me levanté y salí por la puerta.

Entré en la habitación de Kate a por algo de ropa.

-Justin, ¿Que haces? - Kate salió de su baño envuelta en una toalla.

-Préstame algo de ropa.

-¿Para la chica esa? - abrió su armario.

-Layla.

-Como se llame - me dio unos pantalones vaqueros y una sudadera - Cuando acabe lo quiero limpio y planchado.

-Vale pesada - desplegué la ropa.

-La próxima vez no me pidas nada.

-Hoy hago la cena y te compenso - Salí de su habitación y entre en la mía - ¿Aun sigues así?

Layla seguía metida en la cama y cubierta con las sábanas, solo podía ver sus ojos zafiro.

Dejé la ropa sobre el escritorio y me acerqué a ella antes de volver a amenazarla.

-Levántate, no me obligues a usar la fuerza bruta.

-Tu no tienes fuerza - se rió bajo las sábanas.

-¿Que no? - la levanté envuelta en las sábanas, me la cargué sobre el hombro y salí de la habitación - ¿Sigues pensando lo mismo?

-Bájame!

-Tu mandas - la dejé en el suelo con cuidado. Le quité las sábanas de la cara y le sonreí cuando me topé con su sonrisa. Tenía ganas de besarla. Pero no quería fastidiarlo todo.

-Creo que voy a desayunar - su sonrisa se difuminó.

-Me daré una ducha y luego puedes ducharte tú si quieres.

Me duché y mientras Layla se duchaba y vestía recogí la cocina. Kate salió disparada hacia la puerta principal, sus tacones sonaron por todo el salón.

-¿Ya te vas? - grité.

-Si! Se me ha hecho tarde - Salió dando un portazo.

-Layla! Llegaras tarde! - grité más fuerte.

-Voy voy voy - salió de mi habitación corriendo.

Salí por la puerta y ella me siguió, grité un "adiós" para Ryan antes de cerrar la puerta detrás de nosotros.

-El coche esta aparcado aquí mismo - bajé las escaleras de dos en dos.

-Estas más emocionado tu que yo.

-Ya lo sé - sonreí - Tendremos que ir a tu casa a por tus libros, ¿no?

-No hace falta, tengo taquilla en el colegio y dejé allí mis cosas.

-Perfecto - abrí la puerta del coche y me senté en el asiento. Layla abrió la puerta de atrás - Siéntate delante que no soy un taxi - sonreí. Se sentó a mi lado y me sonrió de nuevo.

-¿Sabes donde esta mi instituto? - se puso el cinturón.

-No, pero tu me enseñarás donde esta - pisé el acelerador - ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro, ¿porque no? - se quedó mirando un punto fijo de la carretera.

-¿Porque querías hacerlo? - Aparté la vista de la carretera por unos segundos.

-¿Porque me detuviste? - fijo sus ojos en los míos y aparté mi mirada.

-No podía dejarte cometer esa locura. Aún eres joven y-

-No soy tan joven como tu dices! - me cortó - Quizá te parezca mentira pero no soy tan buena persona como tu crees.

-¿Has matado a alguien?

-No he llegado a ese extremo. Gira a la derecha.

-Entonces no eres mala persona. Pero yo si.

-¿Has matado a alguien?

-Soy Justin Bieber, la policía me busca en Estados Unidos - un grito ahogado se escapó de entre sus labios. - Si te he salvado antes significa que no tengo intención de matarte.

-Es aquí - se desabrochó el cinturón y salió del coche - Mira - se apoyó contra la ventanilla bajada - lo mejor será que no nos volvamos a ver - se alejó del coche.

-Pero Layla - grité. Salí del coche y la seguí - Layla! Para y escúchame - La cogí del brazo y se detuvo a las puertas de su instituto.

-¿Que quieres ahora? - parecía molesta.

-¿Que es lo que te ha molestado? ¿Que yo sea Justin Bieber? - susurré mi nombre - ¿O que arruinara tus planes?

-Déjalo Bieber - me cogió la mano y se soltó de mi agarre. Noté la mirada de la gente al verla pasar. ¿De verdad era tan odiada en aquel instituto?

Encendí uno de mis cigarrillos y me dirigí de nuevo a mi coche. Las miradas de algunos alumnos eran penetrantes y los murmullos no lo suficiente silenciosos para no ser oídos. "¿Ese es Justin Bieber? No puede ser" decían algunos. Lancé una ultima mirada al instituto de Layla y me subí al coche. Si cree que dejaremos de vernos es que no me conoce.

Pearls of EvilWhere stories live. Discover now