Capitulo 23

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Me levanté sin prisas, eran las diez de la mañana de un sábado de Junio. Salí de la habitación sin la camisa del pijama.

-Buenos días - me sorprendió Kate.

-Que susto - susurré - Buenos días.

-¿Habéis dormido bien?

-Demasiado, no tenía ganas de levantárme - cogí algo de fruta y algunas magdalenas.

-Ryan ha salido temprano a buscar trabajo, deberías hacer lo mismo - tomó un rápido sorbo de café e hizo una mueca.

-Me lo pensaré, aunque la policía me detendría antes de conseguirlo - empecé a rebuscar entre los armarios - ¿Azúcar?

-Por favor - dejé la azucarera sobre la mesa y seguí abriendo cajones - ¿Qué buscas?

-Una bandeja para llevárle el desayuno, ¿Tienes?

Kate se levantó de la mesa soltándo un largo "oh" y sacó la bandeja de uno de los armarios.

Preparé el café y algo de zumo y los pusé en la bandeja junto a las magdalenas y dos pequeñas tartaletas de frutos del bosque.

-En eso de la policía tienes razón - se sentó sobre la mesa - Pero a mi me acabaron retirando todos los cargos porque creían que había muerto.

-Por lo menos ya no se habla de mi en la tele - la miré a los ojos con una sonrisa enorme - Quería dárte las gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Bueno por mi. Has aguantado todas mis tonterías y problemas.

-Caer en las drogas no es una tontería. Te ayudé y volvería a ayudárte sin dudarlo.

-Gracias - la abracé con fuerza.

-Que me ahogas, Justin.

-Perdón - la solté.

-Corre, ves a llevárle el desayuno. Y por cierto - hizo una pausa mientras yo cogía la bandeja del desayuno - Me debes dos tartas, que las compré yo ayer para Ryan y para mi.

-Toma, te las devuelvo - dejé la bandeja.

-Déjalo que era broma. Nunca te había visto tan - hizo una pausa - ¿Enamorado? Si, esa sería la palabra - rió.

-Ha ha - solté la risa más falsa que pude articular.

Cogí la bandeja con cuidado y me la llevé a la habitación. La dejé sobre la mesita de noche y abrí un poco la persiana para que entraran algunos rayos de sol.

-Buenos días princesa - me senté en la cama.

-¿Que tienen de buenos? - dijo con los ojos cerrados.

-Menudo resacón - resoplé.

-No grites tanto, joder - susurró.

-¿Sabes que tienen de buenos? Que te levantes junto a un chico que aguanta tu resaca y te hace el desayuno.

-Tienes razón - abrió los ojos y se incorporó lentamente sobre la cama.

-Toma - le puse la bandeja sobre el regazo - ¿Qué quieres hacer hoy?

-¿Te recuerdo lo enfadada que estoy?

-No digas eso.

-Es verdad Justin, estoy enfadada. Por lo de hoy y por intentar matar a Dave.

-Para empezar, te salvé la vida. Dave estaba dispuesto a matarnos. ¿Te recuerdo que me hizo creer que estaba apunto de morir? Y para acabar, ayer fui hasta aquella discoteca solo para hablar contigo y pedirte perdón.

Pearls of EvilWhere stories live. Discover now