55: Peligrosa Esfera

2.3K 392 354
                                    

Capitulo muy importante que habla  sobre lo que vieron en el tráiler.

Una franja de débil luz dorada me iluminó los pies y, tras ensancharse, fue subiendo por mi cuerpo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Una franja de débil luz dorada me iluminó los pies y, tras ensancharse, fue subiendo por mi cuerpo.
Sostuve mi varita con fuerza y vi si había alguien esperándo en el Atrio, pero parecía que estaba completamente vacío. No ardía ningún fuego en las chimeneas empotradas en las paredes

—El Ministerio de Magia les desea buenas noches —dijo la voz de mujer.

La puerta de la cabina telefónica se abrió y sali tan rápido como pude. Lo único que se oía en el Atrio era el constante susurro del agua de la fuente dorada, donde los chorros que salían de las varitas del mago y de la bruja, del extremo de la flecha del centauro, de la punta del sombrero del duende y de las orejas del elfo doméstico seguían cayendo en el estanque que rodeaba las estatuas.

—¡Vamos! —indicó Harry en voz baja, y corrimos por el vestíbulo guiados por él; pasamos junto a la fuente y nos dirigimos hacia la mesa donde debía estar un mago de seguridad pero la mesa se hallaba vacía.

—No hay nadie—murmure viendo a los lados.

La ausencia de seguridad ya era una alerta, cruzamps las verjas doradas que conducían al vestíbulo de los ascensores. Recordaba venir vagamente al Ministerio cuando era muy pequeña de la mano con mi abuelo Newt.

Harry pulsó el botón y un ascensor apareció tintineando casi de inmediato. La reja dorada se abrió produciendo un fuerte ruido , y todos entramos. Harry pulsó el botón con el número nueve; la reja volvió a cerrarse con estrépito y el ascensor empezó a descender, traqueteando y tintineando de nuevo. Movi los pies nerviosa  y comencé a mordisquearme las uñas. Cuando el ascensor se paró, la voz de mujer anunció: «Departamento de Misterios», y la reja se abrió. Sali al pasillo buscando s algun mago o bruja pero no había nadie sólo vi moverse las antorchas más cercanas, cuyas llamas agitadas por la corriente de aire provocada por el ascensor.
Harry se volvió hacia la puerta negra, por su cara supe que era la puerta con la que soñaba.

—¡Vamos! —volvió a susurrar, y nos guió a por el pasillo; alze mi varita preparada para cualquier cosa—. Bueno, escuchen—dijo Harry, y se detuvo otra vez a dos metros de la puerta—. Quizá... quizá dos de nosotros deberían quedarse aquí para... para vigilar y...

—¿Y cómo vamos a avisarte si viene alguien? — le preguntó Ginny alzando las cejas—. Podrías estar a kilómetros de aquí.

—Nosotros vamos contigo, Harry — declaró Neville.

—Es una terrible idea separarnos—negué. Eramos más fuertes en grupo.

—Tienes razon—Fay asintio viendo a Ginny—. En las películas muggles de horror todos se separan y mueren brutalmente.

—Sí, Harry, vamos—dijo Ron con firmeza.

Se volvió hacia la puerta y andamos de nuev, la puerta se abrió y Harry siguió adelante, fui detrás de él con el resto de nuestros amigos.
Estabamos en una gran sala circular. Todo era de color negro, incluidos el suelo y el techo;
alrededor de la negra y curva pared había una serie de puertas negras idénticas, sin picaporte y sin distintivo alguno, situadas a intervalos regulares, e, intercalados entre ellas, unos candelabros con velas de llama azul. La fría y brillante luz de las velas se reflejaba en el reluciente suelo de mármol causando la impresión de que tenían agua negra bajo los pies.

Laila Scamander y La Orden Del FenixWhere stories live. Discover now