32: Ataque

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No odien a Harry JAJAJAJJA el no tiene idea de lo que siente nuestta Laila.

Senti una sacudida en mi hombro, me sentía calentita debajo de las sabanas además de que antes de dormir me había zarpado un festín con Fay

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Senti una sacudida en mi hombro, me sentía calentita debajo de las sabanas además de que antes de dormir me había zarpado un festín con Fay. Di un quejido, asumiendo que era Hermione.

—Hermione...que te hayas sacado una T en Transformaciones solo fue una pesadilla—murmuré somnolienta —. Dejame soñar con Charlie Weasley ¿quieres?

—Scamander.

—¿Minnie?—pregunte abriendo los ojos, encendí la lámpara a mi lado con un chasquido de mis dedos, la profesora McGonagall me hizo una seña para que hiciera silencio y no despertará a las demás.

—Ponte la bata y ven conmigo Scamander, ahora— ella me ordenó. Por su tono no le discutí ni un poco, lo primero que agarré fue mi varita, y me puse mis botas amarillas, mis bowtruckles silenciosamente corrieron por el piso, me escalaron las piernas y se metieron a mi bolsillo.  Le pregunté sobre qué estaba pasando pero no me respondió pero por donde íbamos supe que estábamos caminando a la oficina de Dumbledore . Estuve ahí más veces de las que me gustaría contar. Pasamos por la gárgola en la cual la contraseña era obviamente un par de palabras  como; "meigas fritas ". Por cada paso que daba me ponía más nerviosa, ¿Tendría  algo que ver con Morgana? ¿Seria sobre papá? ¿Lo habrían encontrado? ¿Seria por que use magia antigua contra Pansy? Aunque lo último era lo que menos me preocupaba.

Cuando entramos vi primero los retratos de anteriores directores y directoras que cubrían las paredes dormitaban en sus marcos. Junto a la puerta, un espléndido pájaro rojo y dorado del tamaño de un cisne dormía en su percha con la cabeza bajo el ala.
Dumbledore estaba sentado en una silla de respaldo alto detrás de su mesa, inclinado sobre la luz de las velas que iluminaban los papeles que tenía delante. Aunque llevaba una bata de color morado y dorado con espléndidos bordados sobre una camisa de dormir blanquísima, estaba completamente despierto y frente a el estaban Ron y Harry, quien en cuanto lo vi no pude evitar sentir un terrible dolor agudo en la cabeza. Ambos estaban en pijama como yo. Solo que Harry a diferencia de Ron, se veía mucho más pálido, además de sudoroso y agitado, tenía el cabello más despeinado de lo usual y noté esa mirada que traía. No se porque su mente atrajo mi legeremancia. Toda esa pena, todo ese enojo que yo había sentido pasaron como agua; todo desapareció cuando sentí sus emociones y deseos dentro se su mente.

"Abrazame....por favor....sostenme"

No lo dude y en unas cuantas zancadas logré romper el espacio entre los dos y lo abrase con fuerza, él se aferró a mi y lo sostuve, tratando de tranquilizarlo. Mi legeremancia  pudiendo captar la inquietud de su mente, su miedo, su ansiedad , había visto una serpiente, en primera persona, como si el mismo lo fuese, atacar velozmente al señor Weasley. Le peine el desordenado cabello azabache mientras Harry se aferraba a mi como a la vida misma; y es que esa visión hasta a mi me dieron ganas de vomitar. No pude evitar sin embargo dirigir mi atención en Ron, quien de seguro ya debía saber lo que había soñado Harry.

Laila Scamander y La Orden Del FenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora