15: Umbridge

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—Así que...Blaise Zabini tiene un interés por ti—Fay me miro con una sonrisa picarona.

—Por lo que entendí le gustan los chicos así que no—negué picando un brócoli con el tenedor de oro. 

—Pero Malfoy si.

—Somos primos, Fay, es asqueroso—dije, sin embargo vi a la mesa de Ravenclaw, Padma Patil vio a Fay luego a sus amigos—. ¿Y que ha pasado contigo y Padma? Pensé que después del baile habían empezado algo.

Ella hizo una mueca y vio hacia el plato.

—Si, pero..., ella también cree las mentiras del Profeta, cree que Harry esta loco y que tu eres igual que tu padre asesino, tuvimos una discusión sobre eso

—Oh...lo siento mucho, Fay.—dije sintiéndome mal.

—Nah, esta bien, de todas formas me trataba como si fuera tonta—ella se encogió de hombros.

—¿Y le has dicho algo a tus padres?—pregunté.

—Nope—ella suspiró—. Ellos no...aprueban de mis gustos.

—¡Pero si tienes excelentes gustos! ¡Yo te guste!—reí tratando de aligerar el ambiente—. Pero en serio Fay ¿estas bien?

—Si, ahora lo que tu tienes que hacer Scamander es enseñarme una linda chica—ella me sonrió, había decidido almorzar con Fay, además no había encontrado a Harry.

Una vez sonó la campana fuimos a la torre norte donde íbamos a tener Adivinación en el aula de Sybill Trelawney. Digo no me gustaba Adivinación pero sin duda era mejor que Historia de La Magia, aquí me divertía haciendo divertidas y fatídicas frases sobre destino. Como que me iba a caer un piano el martes o que me clavaría una astilla en el dedo el próximo jueves. Cuando entre al aula me despedí de Fay que se fue a sentar con otra amiga y yo fui a sentarme con mi cuatro ojos que ya estaba sentado, la profesora estaba ocupada repartiendo unos viejos libros, encuadernados en cuero, por las mesitas de finas patas que llenaban desordenadamente la habitación; pero la luz que proyectaban las lámparas cubiertas con pañuelos, y la del fuego de la chimenea, que ardía con lentitud y desprendía un desagradable olor. Los demás alumnos llegaron al cabo de unos cinco minutos. Ron entró por la trampilla, miró con detenimiento a su alrededor, nos vio a los dos y yo lo saludé con la mano.

—Hermione y yo ya hemos dejado de pelearnos —aseguró al sentarse junto a Harry.

—Me alegro —gruñó Harry.

—Pero Hermione dice que le gustaría que dejaras de descargar tu mal humor sobre nosotros —añadió Ron.

—Yo no... 

—Sólo te repito lo que ella me ha dicho —aclaró Ron sin dejar que Harry acabara—. Pero creo que tiene razón. Nosotros no tenemos la culpa de cómo te traten Seamus o Snape.

—Yo nunca he dicho que... 

—Solo recuerda que siempre somos tus amigos, no nos alejes—le dije.

—Buenos días —saludó la profesora Trelawney con su sutil y etérea voz—. Y bienvenidos de nuevo a Adivinación.  Como es lógico, durante las vacaciones he ido siguiendo con atención vuestras peripecias, y me alegro mucho de ver que han regresado todos sanos y salvos a Hogwarts, como yo, evidentemente, ya sabía que sucedería.
»Encima de las mesas encontraran sus ejemplares de El oráculo de los sueños, de Inigo Imago. La interpretación de los sueños es un medio importantísimo de adivinar el futuro, y es muy probable que ese tema aparezca en su examen de TIMO. No es que crea que los aprobados o los suspensos en los exámenes tengan ni la más remota relevancia cuando se trata del sagrado arte de la adivinación, porque si tienen el Ojo que Ve, los títulos y los certificados importan muy poco. Con todo, el director quiere que hagan el examen, así que... 

Laila Scamander y La Orden Del FenixWhere stories live. Discover now