Laila Scamander y La Orden Del Fenix

34: Navidad

¿Poseído ?
Lo unico que se me vino a la mente fue Quirrell y como la cara de serpiente de Voldemort había salido de la parte de atrás de la cabeza de este. Sin embargo para mi era prácticamente imposible que Harry estuviera poseído por él. Las únicas veces que no estábamos juntos era cuando nos íbamos a dormir, y aunque a veces fuera un poco brusco nunca era violento o cruel. Harry jamás sería tan cruel como ese horrible mago de ojos rojos que vi el año pasado. No pude evitar ver a Harry y sus pensamientos fueron como cuchillas en mi cerebro.
Se sentía sucio, contaminado, como si llevara dentro un germen mortal; no era digno de ir sentado en un vagón de metro, de regreso del hospital, con gente inocente y limpia, cuyas mentes y cuyos cuerpos estaban libres del estigma de Voldemort...

—¿Te encuentras bien, Harry, querido? —susurró la señora Weasley inclinándose sobre Ginny para hablar con él, mientras el tren traqueteaba por el túnel—. No tienes muy buen aspecto. ¿Estás mareado?

Todos lo miraban. Harry movió la cabeza enérgicamente y fijó la vista en un anuncio de una compañía de seguros.

—Harry, cariño, ¿seguro que estás bien? —insistió la señora Weasley, preocupada, cuando rodeaban la descuidada extensión de hierba que había en el centro de Grimmauld Place—. Estás tan pálido... ¿Seguro que has dormido esta mañana? Ahora subes a tu habitación y duermes un par de horitas antes de la cena, ¿de acuerdo?

Harry asintió; cuando volvimos él fue directo a su habitación sin dejarme hablar con él; todos también fueron a dormir siendo que no habíamos tenido una buena noche de sueño. Yo sin embargo fui a pasar sola en una biblioteca y es que bueno no iba a estar sola; cuando me sente en el sillón, Morgana se sentó a mi lado.

—Bueno....yo si tenía razón—ella sonrió satisfecha.

—No es algo por lo que sonreír. Esto es serio M—suspiré dibujando figuritas en el libro lleno de polvo con la yema del dedo—. Él no puede estar poseído, me hubiera dado cuenta.

—Yo me di cuenta—ella alzó una mano.

—De acuerdo, recapitulemos, Harry no puede tener a Voldemort dentro de él como tú y yo, tu no tienes un cuerpo humano, yo soy tu hermoso recipiente y ahora él tiene su cuerpo y forma—yo comencé—. Y no hay ninguna forma de que lo este poseyendo, te hubieras dado cuenta en el cementerio si Voldemort lo hubiera hecho algo como eso.

—Mucho antes de eso, yo ya sabia que algo esta mal con ese chico—Morgana frunció el ceño, se tomo un mechón de cabello negro—. De verdad hay algo de magia oscura en ese chico Laila, algo...malo, cruel y malo.

—No digas eso—negué—. Harry no esta enfermo, ni sucio ni impuro ni nada, él es Harry, mi mejor amigo.

—Igual, sé que lo amas mucho pero en mi opinión tienes que alejarte de él mientras puedas.

—¿En su chiste cierto?—alze la ceja—. Harry sabe que te tengo a ti dentro mio y yo no le parezco mala y no ha dejado de ser mi mejor amigo.

—Buen punto—ella rodó los ojos—. Bueno entonces ya es tiempo de que estudiemos mas tu legeremancia a fondo.