Desde que Margarita tenia uso de razón ha estado enamorada del sensual y muy atractivo entrenador de los especialista.
Saul Silva.
El nombre del hombre que esta tatuado en su corazón.
Y ahora que ya era momento de empezar a estudiar en alfea, seria...
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Afuera del edificio de Alfea había un completo y total diluvio, el agua fría caía del cielo como si nunca fuera a detenerse, relámpagos y truenos llenaban el cielo y terminaban con cualquier silencio que se pudiera formar.
Las clases de la primera hora se había suspendido por el mal clima que parecía no iba a mejorar, y el grupo de amigas estaba sentada en la cafetería desayunando.
-parece como si fuera el fin del mundo afuera- habla Aisha sentándose en la mesa donde estaban sus compañeras de cuarto
-si, lo cual es raro porque según mi teléfono, debería estar soleado y con viento agradable- dice Bloom confundida viendo su teléfono y Musa suelta una risita divertida llamando la atención de la pelirroja y la morena
-es Margarita- murmura mientras la señala discretamente a la rubia quien estaba sentada en la esquina de la mesa comiendo una caja entera de regaliz con furia mientras su mirada estaba en un punto fijo del lugar
- ¿Qué le pasa? - pregunta Aisha y Bloom se ríe un poco
-creo que ya sé que tiene- dice burlonamente señalando con la mirada en la esquina de la cafetería a Saul Silva rodeado de varias especialistas y hadas estudiantes dándole palabras de alivio y mostrando lo felices que eran de verlo sano otra vez.
-ahí sí, nis aligria virli bien- murmura Margarita mordiendo con fuerza la varita de regaliz- como no, maldita rubia lagartona, no porque seas rubia y de ojos verdes él te hará acaso- exclama gruñendo antes de que un trueno resonará en todo el lugar
-si sabe que ella también es rubia de ojos verdes ¿no? - murmura Bloom divertida viéndolas a todas quienes se ríen un poco
-tal vez debamos calmarla antes de que haga que un rayo caiga en una persona ¿no creen? - pregunta Terra quien estaba a lado de Musa y veía con preocupación a su melliza
-Margarita, solo son alumnas suyas que les alegra que su maestro este bien- habla Aisha y Margarita la observa con los ojos ámbar intimidando un poco al hada de agua
- ¿Dónde estaban esas estudiantes cuando él agonizaba? - cuestiona masticando de nuevo su varita de regaliz en un intento de calmarse un poco- él debería estar agradecido conmigo, deberíamos estar juntos, pero no ¿saben dónde estaba anoche? - cuestiona dejando car una de sus manos con fuerza en la mesa viendo a sus amigas- estaba en su cuarto para asegurarme de que estaba bien y me quede dormida y al despertar ¿adivinen donde estaba? -
-en tu cama- habla Terra
-exacto- responde Margarita en extremo indignada y ofendida señalando a su hermana por la buena respuesta- en mi cuarto- dice con énfasis- él me dejo ahí-
- ¿Por qué no le preguntas porque lo hizo? - cuestiona Bloom
-he intentado hablar con él desde que me levante, pero me ha estado evitando y ahora esto- dice soltando un bufido de indignación- ¿acaso piensa que soy fácil de disuadir? Claro que no y no sabe lo que le espera- muerde de nuevo con fuerza el dulce entre sus manos
