Desde que Margarita tenia uso de razón ha estado enamorada del sensual y muy atractivo entrenador de los especialista.
Saul Silva.
El nombre del hombre que esta tatuado en su corazón.
Y ahora que ya era momento de empezar a estudiar en alfea, seria...
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El poder siempre es peligroso, atrae lo peor y corrompe lo mejor, el poder solo es dado a aquello preparados para rebajarse a recogerlo. El poder incluso en las personas con alma y las intenciones mas puras es incluso mas peligroso que en cualquier otra persona.
Porque es la luz, el poder de esa persona llena de energía y buena intenciones llama de manera inconsciente a la oscuridad, a las personas dispuestas a manejar ese poder, a tener ese poder entre sus manos y a controlarlo.
Y justo ahora Margarita Harvey se encontraba en medio del bosque esperando al hombre quien la ha estado instruyendo en mejorar su magia y su forma de pelea.
- ¿trajiste lo que te pedí? - cuestiona una voz gruesa y un poco ronca a espaldas de ella y Margarita se da la vuelta mostrándole las dos espadas que traía consigo- bien- responde y saca la suya yendo a atacar a Margarita quien de inmediato se pone en guardia.
Solo se escuchaba el sonido del metal de las espadas impactando con el otro hasta que Margarita tropezó con una roca y quedo a merced del filo del arma de su oponente quien sonríe con algo de arrogancia y le extiende la mano, Margarita la toma y él la ayuda a levantarse del piso.
-el combate- habla él moviendo la espada en su mano- es como un baile Margarita, debes coordinar tus pies con el resto de tu cuerpo y con tu mente- se acerca a ella y toca su frente con sus dedos- si no puedes bailar con tu espada entonces morirás en combate-
-entonces enséñeme a bailar- pide la chica viendo los profundos ojos azules del hombre- las técnicas de combate que me enseño me ayudaron a vencer a Silva, pero quiero aprender más-
-has sido una gran aprendiz Margarita, pero dominar las espadas es diferente a dominar tu cuerpo, debes pensar en tus armas como una extensión de tu cuerpo, como parte de ti y no como algo individual- dice guardando su espalda- al igual que tus poderes-
- ¿Cómo hago eso? - cuestiona la rubia y el hombre se acerca a ella
- ¿confías en mí? - pregunta
-ni siquiera se su nombre como para confiar en usted- responde Margarita con algo de diversión y el hombre sonríe un poco- pero si-
