2-Librería "Trozos de almas".

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Estaba frente a los padres de la persona que más odie en la historia de libros que me he leído, persona a la que ahora resultaba que era yo

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Estaba frente a los padres de la persona que más odie en la historia de libros que me he leído, persona a la que ahora resultaba que era yo. Haruki Ishikawa, la villana de mi novela favorita, "Amor entre café y libros". 

Al parecer después de comprar el juego virtual de la novela, morí y reencarne en ella. Ahora estaba sentada en una mesa redonda, junto a dos asiáticos de buena apariencia, no aparentaban tener más de treinta y tantos, estaba segura de que eran la envidia de las personas de su edad.

Los padres de Haruki, Yamato Ishikawa es el padre de la villana, tiene 53 años y trabaja en una pequeña empresa editorial junto al señor Hiro Nakamura -padre de Haruka-, Hiroko Yamamoto es la madre de Haruki, tiene 52 años y llevan 30 casados. Ambos son descritos en la novela como una pareja generosa y amorosa con su única hija, ambos sufrieron demasiado la muerte de ella y por su sufrimiento fue que la mayoría que odiaba a Haruki dejó de hacerlo, leer como ambos sufrían por su pérdida hacía que mis ojos lagrimearan.

Ahora los tenía a ambos comiendo felizmente, era una escena familiar que nunca había experimentado antes. Una comida que se veía y olía increíblemente bien, un ambiente que irradiaba amor y charlas casuales en la mañana, a mi mente llegaron recuerdos de mis solitarias mañanas, hizo que sintiera soledad en ese lugar tan cálido. 

-¿Sucede algo, Haruki? -interrogó el señor Ishikawa que parecía estar observandome desde hace ya un rato. -Estás demasiado callada esta mañana.  

-¿No será por lo de esta mañana, no? -me preguntó esta vez su esposa. -Si es por eso, lo siento mi niña, a veces me cuesta oírte diciendo esas palabras.

Tras  decir eso se acercó a mi, dejando un plato con huevos fritos y par de tocinos, beso mi cabeza justo donde antes me había golpeado, aunque en realidad ni sentí el golpe.

-¿Qué sucedió esta mañana? -quiso saber, a lo que la señora Ishikawa solo negó con la cabeza, como si quisiera no repetir mis palabras. 

Ella se sentó y ambos empezaron a comer mientras de fondo se escuchaba las noticias matutinas, nadie hablaba, pero eso no hacía que el entorno fuera incómodo, simplemente era un silencioso desayuno bastante agradable. Sin querer romper el ambiente silencioso, me propuse comer al igual que los demás. El tocino parecía derretirse en mi boca provocando un cosquilleo en mi lengua, estaba demasiado rico como para ser real. 

-¡Que rico esta esto! -metí dos trozos más a mi boca mientras movía mi cabeza en una especie de baile de la felicidad y bebí un poco de jugo de naranja. 

-Me alegro que te guste cielo. -sonrió ampliamente Hiroko mostrando su perfecta dentadura, el padre de Haruki palmeo con cariño el hombro de su esposa.

Reencarne en un juego de realidad virtual.Where stories live. Discover now