¿Qué pasaría si al salir de comprar un juego de realidad virtual, terminas despertando siendo uno de los personajes? Y para volver todo más extraño y difícil, resultas ser la villana de la trama.
Esto le paso a Chloe Portman, quien después de comp...
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Tome un sorbo de Coca-Cola mientras observaba divertida como Haruki pedía ayuda a gritos con la mirada. Sin importar como nos fulminara con sus celestes ojos, nosotras no moveríamos un dedo a menos que el chico a su lado intentara pasarse de la raya.
-Se sociable. -murmuré y me levante de mi asiento para irme a poner los patines.
El sábado había llegado muy rápido. Mikaela había cumplido con lo dicho y trajo a tres chicos con ella, que no eran la gran cosa, pero si guapos. Más que nada uno que tenía rasgos asiáticos, del cual ella no pudo resistir tirarle la onda.
-Park. -se oyó algo torpe la melosa voz de la pelirroja. -¿Me ayudas, por favor? -pidió mientras intentaba mantenerse de pie a un lado de la entrada a la pista de hielo.
-Seguro. -sonrió amable y sus ojos quedaron en una fina linea, casi desaparecieron de su cara.
Rodee los ojos sabiendo que ese chico no duraría mucho antes de caer en los encantos de mi pequeña flama roja. Me senté en una banca a un lado de la entrada para colocarme los patines. Luan apareció en la entrada con una expresión divertida en el rostro.
-¿Ya te enamoraste? -pregunte antes de ponerme de pie para meterme a la pista.
-¿Yo? más bien Mika. -hizo un gesto con la cabeza señalando a la pareja que intentaban mantener el equilibrio.
-Adorable. -me encogí de hombros y me gire a Luan. -Pero tu pareces bien a gusto con el tuyo.
Mis ojos se dirigieron al moreno de metro ochenta que se deslizaba con bastante facilidad por el hielo. Este al sentir nuestra mirada, sonrío mostrando su blancuzca dentadura, dejando en evidencia el tierno hoyuelo que se le formaba en su mejilla derecha.
-Debo decir que esta vez Mika si se supero. -me guiño el ojo y no dudo en dejarme para ir con el moreno, que si mal no recuerdo se llama Scott.
Antes de meterme a la pista por completo, mire sobre mi hombro en dirección a Haruki y me alivié al verla sonriendo. Una clara señal de que ya no pedía intervención de nuestra parte, aunque quizás ya no la pedía porque sabia que no haríamos nada sino ameritaba hacerlo.
Sin querer hacer de mal tercio, deje que los patines se deslizaran lentamente por el hielo, dejando que la corriente de personas me llevara en la misma dirección. Una parte de mi quería llamar a Tom, mi novio, pero últimamente él se mostraba algo extraño y distante. Sin querer pensar en él, me deslice con más rapidez hasta que tuve que determe.
-¿Estas bien, linda? -pregunte mirando a la chica que casi paso por encima.
-S-Si... -contesto mirandome.
Enseguida reconocí su pequeño rostro y desee haberla pasado por arriba.
-La próxima vez evita meterte en el camino de los demás, estorbo. -solté venenosa sabiendo que haría una expresión de dolida para que los que nos estaban mirando le tuvieran lastima.
