¿Qué pasaría si al salir de comprar un juego de realidad virtual, terminas despertando siendo uno de los personajes? Y para volver todo más extraño y difícil, resultas ser la villana de la trama.
Esto le paso a Chloe Portman, quien después de comp...
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Ya era viernes, después de ese destrozo día, nada interesante pasó. Intentaba evitar e ignorar lo más que pudiera a Haruka, no quería siquiera ver su estúpida cara o terminaría por emparejarle la otra mejilla. Al parecer mi golpe fue lo suficientemente fuerte como para dejarle la mejilla roja por los siguientes días.
Se lo merece por imbécil.
Ahora mismo faltaban solo un rato para cerrar y que pudiera irme a descansar a casa. En cuanto a Noah, solo intercambiamos pequeñas frases y todo relacionado al trabajo, si había venido x persona a recoger un libro, si ya limpie, pequeñas cosas como esas. A veces creía verlo observandome desde lejos, pero apenas volteaba en su dirección, él estaba haciendo otra cosa. Esperaba que no me hablara para nada, no lo quería cerca mío. Después de todo una parte de mi se sentía traicionada, y la otra sabía que no tenía que sentir nada al respecto, después de todo el es sólo un personaje que servía como medio para un fin, y eso era que los protagonistas se conocieran.
No tengo porqué relacionarme con él.
En mi mente a veces recordaba a la protagonista, era tal como se la describía físicamente en la novela, pero quitando lo de amable corazón. Esa maldita no habló por lo que terminó en lo que es ahora, no sabía si lo hizo sin querer o simplemente ella tampoco seguía la personalidad que yo había leído. En todo caso se me hacía raro que justo pasara con una bandeja repleta de comida por donde yo estaba, ya que era la única en esa área sentada ahí, las mesas a mi alrededor estaban vacías y al lado estaba el baño, sería normal si fuera mi orden la que cargaba, pero nada de lo que se la cayó encima era algo de lo que yo pedí.
¿Lo hizo adrede?
-Haruki. -me llamarón sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué? -miré a la persona que me había llamado, se trataba de Noah.
-Hoy...me toca cerrar a mí. -explicó mostrándome las llaves en su mano.
¿Ya es hora de cerrar?
No le contesté, simplemente me levanté, agarré mis cosas, me puse mi campera, gorro y bufanda. Pasé a un lado de él sin siquiera mirarlo y salí de la librería, pasarían unos minutos antes de que el señor Ishikawa me recogiera como siempre hacía. Oí como cerraba con llave, esperaba que se fuera, pero se paró frente a mi.
-¿Qué quieres? -pregunté mirándolo seria.
-Tienes que llevarte las llaves. -contestó colocando las llaves frente a mi cara, esperando a que las tomara.
-¿Por qué debería? -las aparte de mi cara sin agarrarlas.
-Porque debes dárselas a Haruka. -explicó a lo que yo chasquee la lengua molesta de sólo escuchar su nombre.
