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- No puedo creer que mi pequeñita esté cumpliendo su primer añito.- El rubio finje secarse una lágrima y lleva su otra mano a su pecho, creando una expresión dramática.

Taehyung sólo ríe ante la locura de su amigo, aunque también se encontraba nostálgico. Ailee estaba creciendo tan rápido y cada día se ponía más bonita, no puede creer que en un abrir y cerra de ojos su pequeña cachorra ya estuviera cumpliendo un año de vida. Un año a su lado. Temía que los años pasaran volando, que su pequeña ya sea mayor y que no pudiera cargarla en sus brazos.

Todavía recuerda perfectamente el día en dió a luz, la primera vez en que sus ojos conectaron con los de la menor, y oír el llanto de ésta fue lo que necesitaba para volver a tener paz. Saber que su hija había nacido completamente saludable fue una bendición y alivio, eso fue lo que más deseó durante todo el embarazo.

Luego de ocho largas horas de parto, su niña nació un viernes catorce de julio a las veintitrés y cuarto de la noche, pesó 2,900kg, y midiendo cuarenta y ocho centímetros. Si, fue chiquita pero gordita, nadie, ni siquiera los doctores se resistieron esas mejillitas rojizas y regordetas que se cargaba su bebé. Era una ternura total.

Nadie puede comprender la nostalgia de un padre al tener que ver a su cachorrita crecer hasta que lo son.

El pecho de castaño se llenan de emociones y toda clases de sentimientos cuando se trata de su hija, y si pudiera haría que se quede así se pequeñita para disfrutarla siempre.

- Opino que deberíamos de llevar éstos bombones también.- Dice el rubio mientras trata de escoger cual de los dos paquetes llevar.- Por cierto, ¿Quiénes irán a su fiestita?

- Yeonjun, Nayeon, ustedes y invité a algunos de sus compañeritos de guardería, pero no sé si asistirán.- Se encoge de hombros tratando de restarle importancia, pero Jimin persive la tristeza con la menciona aquéllo.

- No te preocupes, seguro que vendrán.- Asegura sonriendole.

- No lo sé, ya sabes como soy tratado, así que no me sorprendería si sus padres no los llevaran.

Era verdad, Taehyung sabe de su triste realidad y odiaba el hecho de que eso interviniera con lo que de su hija se tratara. Era su primer cumpleaños y la tristeza lo invadía al no tener a muchas personas para celebrarlo, no tenía familia, solo a sus pocos amigos y lo mínimo que quería es que sus amiguitos asistieran a tal acontecimiento.

- No seas bobo y quítate esas ideas de tu cabecita.- Animó tratando de ser lo más optimista posible.

Taehyung asiente y trata de dejar el tema de lado, hoy no era un día triste, es un día para celebrar a todo resplandor a su amada hija. Todo debe de estar a la perfección, incluyendo su estabilidad emocional.















- Si tanto te ignora ¡Deja de buscarlo!

El azabache sostuvo el puente de su nariz entre sus dedos y suspiró grande ante la exigencia del omega. La situación era irritante, desde que lo había dejado de lado no hubo día alguno en el que Daehyun no se lo hubiera reclamado, y a decir verdad, lo agobiaba mucho.

- Ése sujeto no te merece.

Demasiado.

- Ya lo hablamos Daehyun, no entiendo porque seguimos con lo mismo.

- No es justo que lo elijas a él.- Dice al borde del llanto el castaño.- ¿Qué tiene él que yo no?- Pregunta sin poder retener las lágrimas y siente su garganta totalmente seca.- Puedo darte todo, te daría hasta lo que no estuviera a mi alcance, pero por favor, quédate conmigo.

My sweet Omega  •  KookTaeWhere stories live. Discover now