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El castaño ojea nuevamente a aquél objeto y se lo lleva al pecho, suspirando profundo al cerrar ambos párpados con fuerza, dejando salir un pesado jadeo incrédulo. Mordió su labio inferior y trato de regular la respiración que en algún momento comenzó a cortarse, sentía sus pulmones cerrarse y por escasos segundos quedarse completamente sin aire.

Unió sus dos manos en un puño y lo eleva hasta quedar a altura de su rostro, para luego dejar reposar su frente en el y luego tomó asiento, porque creía que en cualquier momento podría desmayarse.

Era la tercera prueba que se hacía. Las tres marcado dos líneas indicándole positivo, confirmando que esperaba un cachorro. Se sintió eufórico, alegre, entusiasmado y agradecido con la diosa luna por permitirle concebir a otra bendición fruto de su vientre, pero muy en el fondo, el corazón se le degarraba por el miedo. En su mente rondaban demasiadas escenas y suceso, quizás se debe a todo lo sucedido en su anterior embarazo, sin embargo no podía evitar sentir preocupación al respecto.

Es decir, si, estaba realmente feliz pero este no era el momento, no cuando estaba desempleado y viviendo gracias a sus ahorros. No cuando estaba en la Universidad con miles de proyectos pendientes y justo cuando subía de niveles más complicados, teniendo que dividir el tiempo con la cachorra que yacía con él. Intentó alejar los pensamientos pesimistas, lo hecho, hecho está y no había vuelta atrás, ya había alguien creciendo y formándose dentro suyo.

Agradecía a la luna por el hecho que éste pequeño fuera fruto del amor y no como el caso de Ailee, no lo hubiera soportado si así fuese. Ahora, la pregunta era en como se lo iba a decir al mayor, de igual forma éste ya lo dedujo desde hace tiempo, pero igual Taehyung quería que fuese una linda manera o momento para confirmarle que sería padre. Los ojos se le cristalizaron ante aquella ilusión, iba a tener un hijo junto a su alfa destinado, su amor de adolescencia y de la vida entera, tal cual como lo habían dicho hace años atrás antes de que éste tuviera que irse. La felicidad no le cabía en el pecho y no existían palabras para expresar la oleada de emociones que estaba experimentando.

- ¡Pá! ¡Pá!

Escucha los gritos de su pequeña no tan lejos de donde se encontraba, haciendo que volteara un poco la mirada y observando al pequeño ser que venía corriendo por el pasillo arrastrando consigo a un pobre peluche. El castaño puede sentir todo el rastro de preocupación esfumarse en cuestión de segundos cuando su cachorra se avienta a sus brazos sin cuidado, gesto al cual no tarda en corresponder.

Estrecha a su pequeña entre sus brazos, su nariz inhalando el suave aroma que desprendía su cuerpo y disfrutando de la calidez que la misma le transmitía.

- No hagas tanto ruido, amor. El tío Yeonnie está durmiendo.

Eran las diez de la mañana y el peliazul no daba rastros de querer despertarse, Taehyung tampoco quería hacerlo. El pobre se había pasado toda la madrugada en el baño a causa de las náuseas y vómitos que no lo dejaron conciliar el sueño hasta hace unas pares de horas atrás.

Recuerda que el también sufrió de lo mismo en el embarazo de Ailee, hasta se atreve a decir que mucho peor y se frustró demasiado en ese tiempo. No podía ingerir  casi ningún alimento ni bebidas porque todo, absolutamente todo le daba tanto asco y le causaban arcadas al instante.

El quedar en cinta es algo precioso, algo inexplicable y una bendición inmensa, pero también puede dejarte traumas en el proceso.

Deja ir su hija cuando ésta se remueve incómoda y emocionada por seguir corriendo por doquier, arrastrando consigo al peluche gritando balbuceos intendibles por todos lugar, haciendo omiso a la petición de su progenitor. El castaño niega con la cabeza dándose por rendido y esboza una sonrisa, solo esperaba que el menor estuviera en un sueño tan profundo a tal punto de que no escuchase los ruidos.

My sweet Omega  •  KookTaeWhere stories live. Discover now