05

15.5K 1.1K 265
                                    


Draco

Me levanté por la mañana y enfundé mi cuerpo en el habitual traje negro. Agarré  la varita y salí de la habitación con una expresión seria. Como si ni me inmutase. Frío, con la cabeza en alto y mis paredes de oclumancia latentes.

Llegué a la sala común y ahí estaba. La única persona que podía destruirme con tan solo sonreír. Se encontraba sentada en uno de los sillones. Tenía las piernas cruzadas y leía un libro.

Caminé rápido por alado de ella sin decir nada, intentando pasar desapercibido, pero no lo conseguí.

—Buenos días, Malfoy —dijo sin despegar su vista del libro.

Odiaba lo mucho que se parecían. Su voz era igual. Esa manera delicada de hablar era la misma.

—Buenos días, Shafiq —contesté, intentando no hacer contacto visual con ella.

Salí de sala común y fui en busca de Snape.

Lethe

Vi a Draco caminar a toda prisa para salir de la sala común. Traía unas ojeras horribles, el pelo un poco desordenado y trajeado de pies a cabeza.

El negro le quedaba genial. Contrastaba  perfectamente con su piel pálida.

—Buenos días, Malfoy. —No levanté la vista de mi libro, pero pude sentir como se paraba en seco al escucharme.

—Buenos días, Shafiq —contestó con voz seria e indiferente.

Salió de la sala común, pero su olor a perfume caro se quedó unos minutos en el aire.

—Hey, Lethe.

Me di la vuelta y vi a Ava caminando hacia mi, acompañada de una chica.

—Hola, Ava ¿estás mejor? —dije levantándome del sillón.

—Sí, Blaise me ayudó a llegar a la habitación. ¿Y tú, llegaste bien?

Omití el pequeño detalle de que Draco me había acompañado y ofrecido su ducha, y dije:

—Sí, todo bien.

—Perfecto. —sonrió satisfecha con mi respuesta.

Me quedé mirando a la chica que estaba a su lado, esperando a que alguien dijese algo.

—Ah, sí —dijo Ava, percatándose de la situación. —Lethe, ella es Astoria Greengrass —presentó señalándola—; Astoria, ella es Lethe Shafiq. —Esta vez me señalaba a mi.

—Encantada de conocerte, Astoria.

—Lo mismo digo, Lethe.

Nos quedamos un rato hablando, hasta que llegó Blaise y salimos rápidamente hacia el gran comedor para —como dice Blaise—: «Llenar nuestras barrigas de felicidad.»

Draco

Snape y yo habíamos llegado a la Mansión. Estábamos en la entrada, cuando de repente mi madre bajó con una sonrisa al verme. Yo no le devolví y me quedé totalmente serio. No iba a estar fingiendo que toda esta mierda me parecía bien.

—Draco, Snape. Me alegra verles. —Se hizo a un lado para que fuéramos delante de ella—. Pasen, él ya está esperando.

Llegamos al comedor y habían unos cuantos mortífagos sentados; pero la persona que en ese momento me ponía los pelos de punta y los nervios a flor de piel, estaba ahí, sentado en la cabecera de la mesa.

—Draco, mi fiel mortífago. Me alegra mucho verte aquí —dijo con esa voz que tanto odiaba.

Mi mente empezó a pensar muy rápido. Mil recuerdos, mil pensamientos. Aura, la marca. Todo vino de golpe, por lo que intenté luchar para poner en practica mi oclumancia.

Oblivion | Draco Malfoy (memoria #1) © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora