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Lethe

Me perdí durante casi una hora en sus labios. Lamiéndonos, acariciándonos, besándonos... Mi cuerpo reaccionaba a la perfección ante él. Sus manos, su pelo, su piel... todo encajaba. Me sentía tan cómoda, que no quería separarme.

—Lethe —jadeó con voz ronca, amasando mi cintura y clavando los dedos con fuerza.

Mordí su labio, arrancándole un jadeo.

—¿Te atraigo? —murmuré contra sus labios.

Él asintió sutilmente, queriendo intensificar el beso.

—¿Cuánto? —mis palabras salían amortiguadas por sus besos.

No contestó, por lo que me eché hacia detrás. Él me miró confundido, y yo simplemente le sonreí.

—Te hice una pregunta —lo incité con la respiración aún acelerada—: ¿cuánto te atraigo?

Él me miró frustrado, apretando la mandíbula.

—¿A qué viene eso ahora? —preguntó.

—Pura curiosidad. —Sonreí al ver que era yo quien estaba provocando que su temple serio se estuviera viendo amenazado por los nervios.

—Lethe, yo...

—Está bien —lo interrumpí cuando vi que hablar conmigo de sus sentimientos lo ponía a temblar.

Me resultaba curioso. Yo también era una persona que no conseguía expresar sus sentimientos a la perfección, pero a Draco parecía aterrarle.

—Pero quiero que por lo menos demuestres algo. —Me levanté del suelo sacudiendo mi falda.

—¿Demostrar el qué? —preguntó confundido aún sentado en el suelo.

—Ya sabes, demostrar que te gusto o lo que sea.

—¿Y cómo quieres que haga eso? —Encarnó la ceja, humedeciéndose los labios con la lengua.

—Para empezar, no estaría nada mal un poco de exclusividad. —Crucé los brazos sobre mi pecho—. Solo te beso y te toco yo.

—¿Qué pasa si no cumplo eso?

—Que no me vuelves a tocar en tu vida. Tú pierdes.

Me miró desafiante pero, al notar que no conseguía intimidarme, bufó asintiendo con la cabeza.

—Está bien, ¿algo más?

—Nada, buenas noche. —Me di la vuelta, pero el me retuvo.

—¿No te despides con un beso?

—Gánate ese beso. —Sonreí, saliendo de la Torre de Astronomía.

🥀

—¿Te puedes calmar, Ava? —pregunté—, estamos en la sala común y no me apetece que alguien entre y te escuche.

—Lethe, deja de negar las cosas —esta vez me hizo caso y bajó el tono de voz—, te gusta Draco. Lo oliste en la amortentia.

—No lo olí. Te recuerdo que olí perfume y limón.

—Mentiste.

Ava no había dejado de hablar sobre lo que pasó en la clase de pociones, y eso que no le había contado lo que pasó luego en la torre de Astronomía.

—Acepta que te gusta.

—Me atrae —corregí.

—¡¿Y que diferencia hay?!—gritó mientras hacía aspavientos con los brazos.

Oblivion | Draco Malfoy (memoria #1) © ✓On viuen les histories. Descobreix ara