015

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Lethe

La bludger colisionó contra mi costado izquierdo, haciéndome caer de la escoba. Mi cuerpo cayó a el suelo de manera brusca, lo que me hizo jadear del dolor.

—Lethe —exclamó Blaise bajándose rápidamente de la escoba— ¿Estás bien? —preguntó preocupado.

Todo el equipo se puso alrededor mío, incluido Draco, que, por alguna razón, parecía preocupado.

—¿Quién lanzó esa bludger? —Su tono era intimidante.

—Blaise, ayúdame a levantarme, por favor. —Él asintió y me levantó del suelo con cuidado.

—La lanzó Goyle —contestó Miles Bletchley.

Draco abrió la boca para hablar, pero lo interrumpí antes de que dijese nada.

—Goyle, se supone que esto es un maldito entrenamiento, no hace falta que me rompas las costillas.

Él no dijo nada, simplemente bajó la cabeza avergonzado.

—Shafiq, será mejor que vayas a la enfermería —dijo Urquhart.

—No hace falta, ya estoy bien, puedo seguir —respondí.

—Shafiq, ha sido un buen golpe —me miró—, si no quieres ir a Madame Pomfrey, por lo menos vete a tu cuarto a descansar —dijo serio—. No estás en condiciones de seguir con el entrenamiento.

Resoplé.

—Está bien

Draco

Al terminar el entrenamiento, me fui rápido a mi habitación para darme una ducha. Estaba sudado y en me tocaba patrullar.

—Pensé que no vendrías —le dije a la preciosa chica de cabello negro que estaba sentada en los sillones con una mano presionando su costado izquierdo.

Lethe se dio la vuelta y me pareció verle una sonrisa.

—¿Y por qué no iba a venir? —respondió burlona.

—Ese golpe que te diste —señalé su mano que aún estaba presionando su costado—, no tenía buena pinta.

—Ya, bueno, no fue para tanto —contestó.

—¿Al final fuiste a la enfermería? —ella negó—. ¿Me dejas verlo? —pregunté.

—¿Qué? —preguntó nerviosa.

Reí ante su reacción.

—Con ese dolor no vas a estar danzando por el colegio, y menos con este frío. Harás que te duela más —expliqué—. Déjame curártelo.

Lethe me miró y asintió.

—Vale —respondió.

Me acerqué a ella.

—¿Puedo?

Ella asintió y yo empecé a levantar su camiseta.

—Dime donde es.

—Es más arriba —contestó.

—Está bien, intenta sacar un brazo de la camisa y recuéstate en el sillón —ordené, esperando a que lo hiciera.

Se desabrochó la camisa por completo, pero solo dejó a la vista su parte izquierda, que era la afectada. Su piel blanca se teñía del reflejo verde que siempre había en la sala común, contrastando con el sujetador negro que tapaba su pecho.

Ella se acostó y yo me senté en la orilla del sillón.

—Levanta un poco el brazo. —Al hacerlo siseó de dolor—. Menos mal que no era para tanto.

Oblivion | Draco Malfoy (memoria #1) © ✓Where stories live. Discover now