26. Malestares

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Capitulo 26.


ATHENEA

Estiro la mano hasta que llega a mi móvil y apago la alarma que indica que ya es hora de levantarme de nuevo.

Aún deseando dormir más, apartó las sábanas y me obligo a levantarme ya que si no lo hago llegaré tarde a la universidad, pero apenas lo hago siento mi estómago contraerse y una muy desagradable sensación se expande por mi cuerpo hasta llevar un sabor horrible a mi boca y corro al baño a expulsar prácticamente todo mi estomago en el inodoro.

Que asco

Luego de haber expulsado hasta mi alma en aquel lugar, jalo la cadena y me levanto algo mareada aún hacia el  lavamanos y lavo mi rostro y mis dientes junto a mis manos antes de secarme y salir del baño aún con el estómago revuelto, joder, ¿por qué demonios me sentía tan mal?

Me senté en la cama de nuevo intentando no hacer algún movimiento brusco que ocasionara que mi estomago se revuelva de nuevo y cierro los ojos esperando a que el malestar pase y luego de unos minutos escucho que tocan la puerta de mi habitación.

‐ Adelante ‐ hablo aún algo mareada.

La puerta se abre dejando ver a Hebe con rostro preocupado que me observa.

‐ Ey, te escuché cuando vomitabas, ¿cómo te sientes?, ¿quieres que vayamos al doctor?.

‐ No es necesario, de seguro se me pasa enseguida – hablé cerrando los ojos ‐ joder, nunca había vomitado teniendo mi periodo ‐ gruñi

‐ ¿Quieres algún té?‐ preguntó Hebe

‐ Por favor ‐ pedí y ella se volteó para salir de la habitación

‐ Por cierto, mejor no vas a la universidad hoy

Nunca estuve tan de acuerdo en algo como lo estaba en ese momento.

‐ Dalo por hecho ‐ hablé antes de acostarme de nuevo mientras Hebe iba a prepararme el té y yo intentaba hacer el menor movimiento posible para evitar que mis ganas de expulsar el alma por la boca vuelvan.

Unos minutos más tarde, Gaby y Missy ya estaban entrenado en mi habitación con rostros preocupados.

Oh, vamos, ¿tan horrible me veía?

‐ Oh vamos, no es para tanto- me quejé masajeándome la panza, me dolía el maldito estómago.

‐ Tú rostro no dice lo mismo- habló Gaby y Missy le dio un codazo - ¡Oye!, es la verdad – habló masajeándose el brazo.

‐ ¿Te duele algo en específico? – preguntó Missy ignorando el comentario de Gaby.

‐ El estómago, parece como si fuera a expulsar hasta mis órganos en cualquier momento – dramatice aún que la verdad si me sentía así.

‐ Nos encantaría quedarnos a cuidarte..

‐ No es necesario, ya tendré a Hebe modo doctora buscando formas de curarme en google todo el día, con eso es suficiente- admití

‐ Buen punto, bueno, yo iré a prepararme, que te mejores Ath – dijo Gaby antes de ir a cambiarse, no sin antes lanzarme un besito y luego Missy hizo lo mismo.

Suspiré mientras esperaba a Hebe y su milagroso té y cerraba mis ojos para acompañar mi espera.

Luego de un rato, Hebe entra a mi habitación con una taza humeante en las manos y yo me incorporo en la cama hasta quedar sentada para recibir la taza que ella me entrega advirtiéndome de lo caliente que está.

Código 87! ©️✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora