-T4- Capítulo 75 Un incidente no esperado

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🍁Capítulo 75 «Un incidente no esperado.»

Con las cosas compradas para ser conservadas y utilizadas por un buen tiempo. Durante toda la tarde que quedaba. Julia y Hernán se dedicaron a ordenar cada una de ellas lo más pronto posible.

Cuando Hernán terminó de acomodar algunas cajas vacías, al secar su frente con su mano derecha y dando un breve suspiro, sus ojos se dirigieron hacia la ventana que reflejaba el gran jardín. Cerca del viejo árbol, su visión captó el movimiento de algo extraño. Hasta que pudo notar la figura distorsionada de una mujer, que pareciera haber volteado cuando la notó. En ese instante creyó reconocer esa figura, sintiendo un vacío dentro de él. Al cerrar sus ojos con fuerza por la impresión y  abrirlas de nuevo. Ahora solo estaba el viejo árbol, el cual sus hojas se movían por el ligero viento que pasaba.

Al ver su expresión confundida, Julia no dudó en preguntarle.

—¿Pasó algo?

—Pensé haber visto a una mujer cerca de ese viejo árbol –expresó de inmediato.

Julia en ese momento sintió cierta rigidez en sus piernas y trató de hablar de forma calmada.

—¿Qué acabas de decir? Acaso...–dudó en decirlo.—¿Aquí hay fantasmas?

—¿Temes a los fantasmas? –preguntó de inmediato.

—¡No creo en esas cosas!

En el orfanato me enseñaron a temer a las cosas vivas, que a las muertas.
...
Cálmate, respira. Eres un adulto que usa la razón.

—¿Entonces... por qué te sorprendiste tanto?

—Porque lo dijiste con tanta seriedad...–Pasó Julia saliva.—Bueno, tal vez solo sea una ilusión óptica.

—Y tal vez debemos dar un respiro. Hemos acomodado todo lo que trajimos, el cansancio puede generar estas cosas. Más en ti, descansa.
Yo terminaré lo que falta.

Julia asintió sin replicar al sentirse cansada y se sentó en uno de los sillones,
esperando por unos minutos. Ya la noche estaba tornando las ventanas opacas. Hasta que Hernán terminó de ordenar lo último que faltaba acomodar en la cocina.

Al notar eso, la parte pulcra y ordenada de Julia salió a flote, al sentirse más cómoda en ver todo en su sitio.

—Buen trabajo, ¿no es maravilloso ver todo ordenado?

—Muy genial...–Estiró ambos brazos, para relajar los músculos.

—¿Qué hay con ese ánimo?
¡Dilo con más fuerza! –le replicó alzando ambas manos.

Al oírla decir aquello, Hernán sonrió de manera maliciosa.
Tomando aire para alzar la voz con mucha fuerza.

—¡Muy genial, la casa de una lo pareja cariñosa, siempre lucirá genial!

—¡No tan alto! –posó su dedo sobre su boca, símbolo de que bajara la voz.

—¿Quién nos oirá? –rio brevemente.—
¿No querías que sea más animado? Además, un hombre y una mujer en una gran casa ¿No crearás que los vecinos crean que solo somos amigos?

Los rumores son demasiados rápidos en propagarse...

Julia movió su cabeza en forma de negación, reflejando una breve sonrisa, habló en voz baja.

—Siempre tomando ventaja de mis palabras...

Tosiendo brevemente, alzó su rostro expresando seriedad de repente.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Where stories live. Discover now