42. ¿Por qué vuelves?

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~ Ruth ~

¿Qué me estaba pasando? Lo único que quería, después de la charla con Isaza, era irme de allí. Podía entender que Villa tuviera nueva novia. En serio. Me había preparado para eso. Sabía que en algún momento sucedería, que era normal, que aunque nos quisimos mucho, no íbamos a estar enamorados toda la vida. Pero sí quedaba el cariño, al menos de mi parte, y no podía creer que Villa ni siquiera me hubiera dedicado un minuto. ¿Era quisquillosa por eso? No sé...

Creí que podríamos mantener una relación normal, de amistad... Además, hacía más bien poco, se había cruzado América central para vernos durante apenas una hora y media, durante la cual ni siquiera pudimos hablar tranquilamente. No entendía nada.

- Te lo dije: la fama se le ha subido a la cabeza y se ha vuelto un bicho raro, de esos que sólo se juntan entre ellos. Él se lo pierde. Supéralo, Ruth. Te guste o no, no somos como ellos.
- No digas eso, Eva. Tampoco creo que sea así. Ni que por ser diferentes, no nos podamos llevar con determinada gente. Conocí a Villamil y me pareció buen tío, con los pies en el suelo.- le llevó la contraria María- Yo me decantaría por otra cosa, porque que su comportamiento es raro, lo es.
- ¿Qué quieres decir?- pregunté sin comprender.
- Que quiere tantearte. Ver cómo está la situación. Si te sigue importando... A lo mejor, no sé.
- ¿Y para eso tendría que hacer eso? ¿No es más fácil hablarlo? Eso sí que es enrevesado.
- Son hombres. Y colombianos. Todo se puede esperar- rió Mar, quitándole hierro al asunto- Tú, Ruth, tanto si es así como si es mentira, actúa con naturalidad, como tú eres. Si lo que quieres es hablar con él, toma la iniciativa y hazlo. Y vas viendo. Si ves que no te conviene, que te hace daño, te alejas... Nosotras estamos aquí para recogerte.
- Dios mío... No me puedo quejar de nada... Tengo las mejores amigas del mundo. ¿Quién necesita más? Gracias, chicas.
- ¡Abrazo colectivo!!!!- gritó Bea.

Al día siguiente, acompañé a Sergio y a El Cousin a una entrevista en una revista sobre temas de actualidad y luego les invité a comer a casa.
- No te pregunté ayer qué tal- soltó Sergio, mientras ponían la mesa.
- Muy bien, ¿no?
Si él no se mojaba con la pregunta, yo no me mojaría con la respuesta.
- Sí ¿no?- contestó él, lanzándome una mirada.
- Menuda conversación más interesante- fue sarcástico El Cousin- Lo que aquí, mi compadre, quiere saber es qué tal te fue con tu ex.
- Ah... Eso... Bien... Sin más. Apenas estuve con él. Parece que está con Aitana.- dejé caer con fingida calma.
- Yo no me creo que haya nada entre esos dos- opinó El Cousin.
- Jolín, pues si no los viste... Pero que no pasa nada, que lo tengo superado. Me hubiese gustado haber tenido una conversación con él normal, pero bueno, si él no quiso tampoco le voy a obligar- expliqué.
- Te digo yo que, si esos dos están juntos es sólo para la foto.- se reafirmó el malagueño.
- Bueno, que nos da igual. Ni nos va ni nos viene lo que hagan con su vida. ¿Podemos comer?- zanjó El Espeto.

Si se confirmaba la hipótesis de mi amigo, podía afirmar que no conocía a Villa ni lo había conocido nunca. Él no era así. Además, la noticia no había saltado a los medios de cotilleo y ayer no había nadie de la prensa entre nosotros.

Durante la comida, volví a la carga. La curiosidad era mayor que mi amor propio y me estaba matando.
- Ayer te vi charlando con Villa.- solté.
Sergio hizo un sonido afirmativo.
- ¡Acabáramos! Aquí hay morbo- metió su lengua afilada El Cousin, pero no le hicimos caso.
- ¿Y quieres saber de qué?- me preguntó Sergio.
- Sólo si quieres contarlo.
- Ya puedes ir largando qué tratos tienes tú con el banjista- le pegó un codazo su compadre.
- Sólo quise saber cómo estaba la situación. Por cuidarte, Ruth, no por otra cosa.
- Lo sé. Sé que me cuidas.
- POR FAVOR... ¿YYYYY?- le metió prisa el otro.
- Me dijo que estaba todo bien entre vosotros, que lo vuestro fue, que terminó bien y que estaba superado.
- Ah, bueno... Pues ya está. Al menos, me alegro que su actitud no fuera porque estaba enfadado conmigo.
- ¿Y comentó algo de la Barbie?
- No llames así a Aitana, Cous. Es muy maja chica- la defendí.
- Dijo que lo quería intentar con ella, sí- aceptó mirándome de soslayo- pero...
- Pues nada. Les deseo lo mejor. ¿Ves, Cousin, como no era un montaje?- le saqué la lengua.
- No le has dejado terminar. ¿Qué ibas a decir, compadre?
- A ver, igual hablo de más y puedo estar equivocado, pero... No me creí nada. No sé. Fue la forma en cómo lo dijo, la frialdad. Yo creo como Cousin. Es todo mentira.

Soñé un verano que se hiciera eterno...Where stories live. Discover now