ONU X FBI

día 8

Haciendo compras

Marcó las cosas que necesitaba para la oficina en una lista, la lista no era muy extensa pero definitivamente esas cosas le harían falta, tendría que comprar nuevos sobres de café para la cafetera y también nuevos paquetes de leche en polvo igualmente para preparar café, le gustaba mucho el café por lo que sería de vida o muerte para el consegir las cosas para aquella bebida amarga que lo mantenía despierto y por supuesto a la que le ponía mucha azúcar, en serio la organización de la paz amaba el azúcar, a pesar de que su hermano como la organización de la salud le dijera que no debía de comer tantas cosas azucaradas el hacía caso omiso a esas advertencias, consumiría cuánta azúcar quisiera y pudiera hasta el final de sus tiempos, al fin y al cabo no tenía mucho tiempo para comer tanta azúcar con el hecho de que siempre estaba trabajando en algo para mantener la paz.

¿Te acompaño? - se estremeció al oir aquella voz pero se calmo al voltear encontrándose con los ojos azules de la agencia sobre los suyos, nunca iba a terminar de acostumbrarse a las entradas del FBI.

Está bien - murmuró, en realidad le hacía ilusión que el agente quisiera ir con el a comprar unas cuantas cosas, aún estaba confundido con lo que hizo la anterior vez que se vieron pero sin duda había sentido algo en esa ocasión.

Uh yo también voy - la chica que estaba pasando por allí escuchando obviamente la conversación o más bien las dos fraces que se dijeron FBI y ONU se entrometió, aún estaba algo tensa de cuando fue rechazada por el agente y no perdía ni un segundo para hacerle entender que según ella podía quitarle en cualquier momento a su amado pacifista con sus encantos, pobre mujer ingenua - mejor tres que dos ¿No es así?.

Nunca he oído eso en ningún lado - murmuró él pacifista sintiendose incómodo cuando la chica decidió ponerse en medio de ellos separando la distancia cómoda en la que estaban admirando sus ojos.

En realidad he oído sobre la tercera rueda o el mal tercio pero nunca algo así - comentó el agente, por su parte estaba molesto porque sabía las intenciones de la interpol pero no quería causar ningún problema ni mucho menos pelear con una chica - pero si ONU quiere que vayas no tengo ningún problema.

Claro puede ir - no podía decir que no, no sabía la razón de porque pero no podía decirle que no, asumió que solo sería porque estaba avergonzado y no quería dar explicaciones de porque le dijo que no, en caso de haberlo hecho  - entre más mejor - no era lo que pensaba realmente, le hubiera gustado algo más íntimo solo entre el y el agente más ya no había manera de retractarse.

Bien vamos - jaló el brazo del pacifista con obvias intenciones de separarlo lo más que pudiera del contrario, fue su plan desde el inicio y aunque él pacifista no le pareciera un hombre con el que le gustaría tener una relación haría lo que fuera para que aquel hombre que se atrevió a rechazarla viera con sus propios ojos como le quitaba a quien le gustaba, lo hacía más por venganza que por cualquier otra cosa de hecho el agente ya no le interesaba sino que le estaba poniendo los ojos encima a cierto país comunista de climas fríos pero el rechazo que le había dado el agente le golpeó bastante duro en su orgullo, no podía dejarlo salir impune.

Trataba de cumplir su misión lo más que pudiera pero se le dificultaba porque la ONU no era la organización más sociable se limitaba a responderle con fraces cortas o cosas referentes al trabajo, no podía conquistarlo de la forma tradicional sino que tenía que demostrarle que sabía de su área y que le interesaba la paz mundial para tener a la organización comiendo de su mano, o eso creía ella, puesto que la organización ya estaba interesada en alguien que no era exactamente lo que la chica supuso que le gustaría al pacifista, se podría decir que le interesaba la paz pero siempre portaba armas de fuego y no era el más sabio en la área de la ONU pero aún así a la organización no le habían gustado aquellas cosas del agente sino que fue algo totalmente diferente ni siquiera el mismo sabía que le hizo enamorarse de aquel agente devorador de donas, llegando al centro comercial, exclusivo para organizaciones  para evitar  cualquier percance, decidió que debía de darle a cada uno una parte de la lista para así separarse la chica no pudo protestar y acató la orden mientras que la ONU sabía perfectamente que se había asignado cosas prácticamente cercanas a las del agente.

¿Le diste todo lo que estaba al otro lado de la tienda? - la organización asintió mientras el agente iba detrás de el porque los pasillos de las primeras cosas que tomarían estaban por la misma dirección - de verdad que te asegurarte de que no nos la topemos en toda la tienda.

Cállate - le murmuró mientras que en su interior tenía un dilema, no sabía si sentirse mal por sentirse bien de haber mandado hasta el otro lado de la tienda a la interpol - solo necesito un descanso de ella, no se que le pasa.

Yo si - prefería no contar todo lo que hablaron el y esa mujer le recordaba que quizá si estaba siendo un poco lento, aunque el ya hubiera besado a la ONU y eso fuera una ventaja todavía no era suyo, no quería que ella obtuviera el corazón del pacifista antes que el, lo que no sabía era que el ya lo había ganado - es algo estúpido - no lo era realmente eres algo muy importante para el - solo está celosa.

¿De mi? - no se creía que aquella mujer siendo tan hermosa estuviera celosa de alguien como el, quizá era la organización de la paz pero no era tan bonito - ella es hermosa, no entiendo porque estaría celosa de alguien como yo.

¿Alguien como tú? - le daba cierta gracia que se hiciera menos cuando el pensaba que era el ser más perfecto del universo y tomaba en cuenta que muchos países o naciones  consideraban a ONU el mejor - no se que estás viendo tu pero yo veo a alguien muy hermoso - se ruborizó al oír eso salir de los labios del agente.

Ya basta - le dió un ligero golpe intentando ocultar su reciente sonrojo de alguna manera el agente siempre sabía cómo avergonzarlo pero a la vez hacerlo sentir bien, era raro pero de alguna manera también era hermoso - hagamos lo que vinimos a hacer.