día 11

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Usando kigurumis

En realidad no era tan malo pero jamás le pidió al japonés que le enviara pijamas y menos si eran de ese estilo, tenía una pijama con ositos pero ni en sueños quería ponerse una que pareciera un oso de verdad, le daba algo de miedo ponérsela y ser visto por su hermano o alguna otra organización que de seguro pensarían que el luce ridículo o algo por el estilo, aún así quien sabe porque y quién sabe cómo decidió que la usaría por lo menos para saber cómo se sentía, sentía que a lo mejor lucía ridículo pero de cierta manera vestir como un gran oso era cómodo, el kigurumi no pesaba tanto como creyó que lo haría y era cómodo además de calientito para pasar una buena noche de película o abrazando a su gran peluche de oso que FBI ganó par el en su primera y tan maravillosa cita, al final se lo puso, nada malo pasaría o eso pensó hasta que llamaron a la puerta de su casa quería quitarse la pijama pero primero decidió asomarse por la mirilla viendo a la OMS no le molestaría tanto que su hermano lo viera y menos si se sentía tan cómodo.

Hola ON - lo miró de arriba a abajo percatandose de lo que a él le parecía un vergonzoso pijama pero que sin ninguna duda hacía que el contrario se viera adorable, adorable y chistoso las dos a la vez - ¿Que traes puesto?.

Japón me lo envió - murmuró algo sonrojado pero era muy poco si bien se avergonzaba de lucir así frente a su hermano nadie más podría verlo - aunque no lo creas es muy cómodo.

Whoa - se quedó petrificado al escuchar esa voz solo pudiendo mirar en dirección al sonido para asegurarse de que no era ninguna clase de sueño estúpido y lo vio allí, allí estaba el agente mirándolo.

Ah, si, traje a FBI - su mundo entero se derrumbó lo que menos quería era que el agente lo viera en ese ridículo traje horrible, no era feo pero lo hacía sentirse muy ridículo y más cuando el contrario lo miraba pero por alguna razón no se podía mover - ¿Hermano? - hizo un ademán con las manos que despertó de su ensoñación a la organización quien solo atinó a ruborizarse hasta las orejas y cerrar la puerta muerto de vergüenza.

Después de hacer eso se sentó a un costado de la puerta cubriendo su rostro teniendo tantas ganas de matarse en ese momento no supo cómo dejó que el agente lo viera de esa manera pero ahora que lo había echo estaba seguro de que no querría verlo de nuevo o eso era lo que el pensaba, tardaron un poco en encontrar las llaves de repuesto de OMS pero cuando lo hicieron no dudaron en abrir la puerta concentrándose en el pacifista que yacía al lado de la puerta avergonzado a niveles extratosfericos.

ONU - el agente removió un poco al pacifista que al levantar la cara no hizo más que ruborizarse si es que de podía ruborizarse todavía más quería esconderse en cualquier lugar pero no pudo al sentirse aprisionado por los brazos del mayor - me tenías preocupado creí que había pasado otra cosa.

Los dejaré solos - remarcó el solos para darle más vergüenza a su hermano quien obviamente le juraba venganza con la mirada.

Ambos se quedaron a solas, por un momento sintió la necesidad de quitarse ese pijama pero no era una opción ponerse el otro que igualmente era vergonzoso por otro lado el agente en serio moría de las ganas de abrazar más al pacifista puesto que para el lucía como un adorable osito, pocas veces la organización más importante de todos los países lucía tan tierna y adorable, sabía que la necesitaba pero no sabía como exactamente decírselo, no era bueno con las palabras y las acciones con ONU siempre se volvían más vergonzosas solo por estar junto a ese pacifista que robó su corazón desde que le dió un tremendo regaño por llevar armas a una conferencia de la paz, se dió cuenta de que no solo era lindo sino que tenía actitud y no era alguien que se dejaba de nadie, eso le encantaba.
En efecto ONU no se dejaba de nadie, excepto del agente, quizá lo descubrió hace poco pero su corazón late como loco junto al oficial y no puede pensar claramente ni siquiera cuando está en medio de una junta, mientras más cerca este de el sin decirle cómo se siente más lejos siente que está del agente, se fueron acercando poco a poco inconscientemente apoyándose en el otro.

Hmm ONU - quería romper el hielo, no le gustaba estar del todo en silencio con el pacifista, por lo menos no en un silencio un tanto incómodo - te vez lindo con eso.

Gracias - murmuró con una pequeña sonrisa y un rubor extendido por todas sus mejillas.

Oye, ¿Quieres ir al parque mañana? - se ruborizó al tan solo pensar que el le invitaría a una cita directamente, la vez anterior fue su hermano quien le dijo al pacifista sobre una cita con el pero está vez el quería ser el valiente.

Estaría encantado - dejando de lado la vergüenza apoyó su cabeza en el hombro contrario con un pequeño rubor en las mejillas.

Por un lado ONU estaba un poco más relajado aunque se sintiera un poco ridículo agradecía que al contrario le pareciera lindo en lugar de cualquier otra cosa que pudo haber elegido decirle y por otro lado el FBI estaba mas que feliz porque tendría una cita con su amado y está vez se encargaría de que fuera perfecta para que su acompañante la disfrutara igual que el lo haría, no se miraron pero estaban cómodos sentados en el suelo mientras se apoyaban el uno en el otro como una verdadera pareja no podían esperar cuando llegaran al punto de decir lo que realmente sentían pero de momento aún no podían hacerlo cuando tuvieran la valentía le dirían al contrario lo que sentían.

ONU X FBI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora