XXXVIII. Damnatio Memoriae

2K 182 378
                                    


"Damnatio Memoriae"


Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.


Despierto por los leves quejidos de bebé Newt, está lloriqueando frente a la puerta esperando para salir, así que me levanto y le abro la puerta, bajo con él y sale al patio a hacer sus necesidades, me recargo en la puerta esperando que termine.

—¿Está todo bien? —Me sobresalto ante la voz de Melissa y giro hacia ella.

—Sí, solo que Newt necesitaba usar su rincón. —Cubro mi boca cuando se me escapa el bostezo—. ¿Ya te vas? —inquiero al verla con su uniforme, asiente—. Te prepararé café.

Lo preparo y lo sirvo en un termo.

—Muchas gracias, cariño. —Besa mi mejilla antes de salir y vuelvo a la habitación, Scott está aún muy dormido.

Me aprovecho de eso y me meto entre sus brazos, su cuerpo reacciona de inmediato rodeándome con fuerza y entrelaza nuestras piernas.

—Estás helada —murmura con su voz deliciosamente enronquecida.

—Caliéntame —susurro juguetonamente en su oído.

—¿Es una indirecta? —Abre sus ojitos adormilados.

—Una invitación muy directa —corrijo.

 Y por supuesto que no debo decirle más porque me besa lentamente, pero de una manera que llega a ser muy sensual y provocativo.

ADVERTENCIA: CONTENIDO +18, LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD. SI DESEAS SALTARLO, BUSCA LOS ASTERÍSCOS. 

Me quito la camisa de Scott que se ha vuelto uno de mis pijamas y gruñe profundamente escondiendo su rostro en mi cuello, sus labios no se detienen dejando besos que erizan mi piel por completo, gimo por lo bajo cuando muerde con un poco de fuerza mi piel  y sin despegar sus labios por completo de mi cuerpo, baja hasta mi clavícula y vuelve a morder.

—Scott... —susurro en un jadeo y tiro su cabello levemente.

Recibo sus mimos en mi cuerpo, después de tantos encuentros ya nos conocemos a la perfección y sabemos qué nos gusta y qué no. Su mano derecha comienza a deslizarse por mi vientre y mi respiración se vuelve más pesada por la anticipación, de un solo tirón rompe mi braguita y sus dedos acarician mi pubis sin deslizarse más allá.

—Deja de jugar —pido y he de admitir que suena casi como una súplica.

Una ronca sonrisa se le escapa y por fin desliza sus dedos entre mi intimidad que ya comienza a humedecerse.

—¿Contenta? —susurra contra la piel de mis pechos y me estremezo, sus boca se aprisiona de uno de mis pezones y suspiro al sentirlo.

Sus besos se deslizan por mi estómago, sigue bajando y llega a ese lugar húmedo, caliente y palpitante esperando ansioso por su contacto. Nunca me cansaré de decir que uno de los mejores talentos de mi chico, es su habilidad el trabajo allí abajo

GOLDEN EYES || teen wolfWo Geschichten leben. Entdecke jetzt