IV. Nobody Said It Was Easy

2.6K 180 8
                                    


"NADIE DIJO QUE SERÍA FÁCIL"


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Al llegar al penthouse me ducho y suelo demorarme mucho entre los cuidados de la piel y cabello.

Luego ya vestida y con el cabello seco, comienzo a arreglando las cosas en mi escritorio pero no alcanzo a hacer mucho porque papá me llama, está esperando por mí en la puerta del elevador y bajo con él sin saber la razón.

El elevador o se detiene en el piso inmediatamente bajo nosotros y Scott se adentra en él.

—¿Bajas? —pregunta papá con sus dedos en los botones.

Scott lo mira asombrado y luego se fija en mí, niego lentamente con mi cabeza intentando que no cometa una estupidez pero saca sus garras creyendo que papá no lo notará.

Ingenuo.

—Vamos, Scott, guarda eso —dice papá arrogante, su postura es relajada—, yo tendría que ser ciego, sordo y cuadripléjico para que fueras una verdadera amenaza. —Poco a poco se vuelve rígido.

»O quizás debas correr el riesgo.

—Papá... —intento detenerlo cundo se vuelve hacia el beta, cierra sus ojos ignorando mi llamado.

—Tu pulso es estable, puede que me tengas miedo pero estás controlándolo. —Se acerca un poco a él—. Quizás te pongas a la altura de las circunstancias y te vuelvas alfa matando a uno.

—No soy como tú. —Se defiende el lobo adolescente—. No tengo que matar gente.

—Aun no...

En este momento me siento totalmente fuera de lugar, papá intenta amenazar a Scott pero este no cede ante sus palabras. No quiero que salga lastimado, no lo merece. Pero sé que si llega a enfrentarse a papá no tiene chance ganar, un nerviosismo me invade completamente

—Pero se presentan situaciones en las que te das cuenta de que la única forma de proteger a una persona es matando a otra. —Se vuelve hacia mí—. Yo podría matar a cualquiera que intente dañar a Sophie o intente separarme de ella.

—¿Quieres amenazarme? —Me mira fugazmente—. ¿Por eso están aquí?

—No. —Mueve su cabeza en negación—. Yo vivo aquí.

—¿Qué? —La mirada que me da Scott es de completa confusión e incredulidad, asiento confirmando las palabras de papá.

—Vivimos aquí. —Desvía su mirada de Scott—. Es un edificio genial —su expresión ahora es de burla—. Y los vecinos son sorprendentemente amistosos.

Un silencio aparece.

—¿Qué quieres? —suelta desafiante.

—Quiero ver de qué estás hecho —masculla.

GOLDEN EYES || teen wolfWhere stories live. Discover now