LIII. Seventeen

1.6K 155 278
                                    




Sophie Hale

—Buen día —le sonrío a papá mientras me ato las zapatillas deportivas, acomodo mi cabello y cubro mi boca al bostezar.

—Feliz cumpleaños, cariño.—Me abraza fuertemente y sonrío emocionada—. Tu madre estaría tan orgullosa de ti, Sophie. —Acaricia mis mejillas y detalla mi rostro—. Cada día te pareces más a Grace —susurra conmovido.

—Gracias, papá. —Entierro mi cabeza en su pecho e inhalo su increíble aroma, siempre me ha brindado seguridad y protección, antes más físicamente, pero ahora papá es mi principal lugar seguro.

—Hoy vendrán los chicos —digo mientras abro la puerta que da al patio trasero.

—Eso ya no es novedad —se ríe por lo bajo—. Pasan aquí todos los días, ¿Qué no tienen casa?

—Sí, pero hoy es mi cumpleaños —le recuerdo y sonríe—. Además, aquí tenemos más espacio y es más cómodo —contesto comiendo la manzana.

—Solo no metan tanto ruido, no queremos que llegue la policía —pide y asiento sabiendo que eso será difícil, pero agradezco internamente tener al sheriff y a Parrish de nuestro lado—. Me iré después de almuerzo, solo sean responsables con lo que harán.

—Tranquilo, Cherry fiscalizará que todo esté en orden —asiente un poco de acuerdo, la sirena le cae bien y es bastante más prudente que todos.

—¿Puedo hacerme un tatuaje? —le pregunto distraídamente.

—¿Para qué quieres otro? —Frunce el ceño y comienza a trotar, rápidamente le sigo el ritmo.

—Es algo relacionado con Newt. —Me encojo de hombros. 

Y por la mirada que me da papá, sé que descubre a donde llegaré.

—Y con Scott —acusa.

—¿Qué? —Me hago la desentendida—. Pff nada que ver. —Acelero el paso.

—Te conozco hace diecisiete años, Sophie —dice con voz seca.

—Vamos papi, sería como un regalo de cumpleaños —le sonrío.

—Sí, claro —sonríe—. Hablando de regalos, quiero entregártelo antes de irme.

—Por favor —contengo mi emoción por el regalo y le doy mi mejor cara de ternura, respira profundo.

—Está bien —murmura y chillo victoriosa, salto sobre su espalda y beso su mejilla reiteradamente.

—Eres el mejor papá del mundo, ¿ya te lo había dicho?

—Sí, cuando me convenciste de no castigarte por no llegar a dormir hace tres días —masculla.

Luego de trotar por suficiente tiempo, procedemos a entrenar la lucha cuerpo a cuerpo, y debo admitir que es muy divertido, papá es increíble en esto, nunca he podido ganarle, y eso que he mejorado muchísimo.

Cuando ya hemos terminado, papá se va a su habitación y yo me ducho rápidamente, luego me pongo un bonito bikini blanco y un vestido ligero y transparente por encima. Mi novio llega unos minutos después mientras preparo el desayuno.

—Buen día, preciosa —sonríe ampliamente cuando le abro la puerta —. Feliz cumpleaños, lobita. —Me besa profundamente, mis latidos se aceleran, al separarse me repasa de pies a cabeza—. Qué lindo recibimiento —sus manos acarician mi cintura y suelto una risita antes de tomar su mano y guiarlo a la cocina.

—Estoy preparando un batido de fresa, sé que te gusta. —Termino de picar la fruta y la vierto en la licuadora—. ¿Quieres con bebida de arroz o almendra?

GOLDEN EYES || teen wolfWhere stories live. Discover now