Rise Up |Larry Stylinson|

Capítulo 6.

El ojiverde echa su cabeza hacia atrás mientras reía con fuerza, lleva otra uva a sus labios y la muerde por la mitad.

Su mirada se posa en el lago frente a él y cierra sus ojos para luego respirar hondo el aire puro.

Louis estaba callado mientras sólo escuchaba lo que los chicos compartían, su mirada estaba puesta en sus pies los cuales removían la tierra suelta del lugar.

Suelta un suspiro y mira por sobre su hombro, ve como Harry mantenía sus ojos cerrados mientras dejaba que los últimos rayos de sol iluminaran su rostro.

Louis vuelve a apartar la mirada y decide comer aúnque sea un poco, había quedado demasiado pensativo y necesitaba analizar bien su situación.

Había creído que había logrado entrar un poco en la mente de Harry, pero este rápidamente había invertido los papeles y había demostrado que Louis necesitaba más ayuda que él y eso hacia sentir extraño al ojiazul.

Él nunca había necesitado ayuda antes, él la entregaba.

—¿Sucede algo Louis?— el castaño alza su mirada hacia a Niall y niega con su cabeza— ¿seguro? Te ves perdido.

El ojiazul ríe suavemente y frunce su ceño antes de decir algo, de todas formas era él mismo el que decía que jamás había que guardarse algo.

—¿Crees que me hace falta vivir? Ya sabes, descubrir el mundo y hacer cosas que hagan que mi corazón se acelere a mil— se lo pregunta a Niall porque era el que más lo conocía, por lejos.

—Siempre has estado encerrado en cuatro paredes estudiando, la vida va más allá que solo libros y calificaciones, sé que estudiar es importante, pero los mejores años de tu vida se están escapando y el tiempo no espera a nadie.

Louis sonríe de medio lado y toma una frutilla de uno de los potes, lleva esta a sus labios y muerde con suavidad.

Entonces definitivamente no tenía ni puta idea que era disfrutar la vida y de un momento a otro se siente extraño.

Los tres chicos frente a él parecen saber exáctamente que es tomar riesgos y él... Él simplemente jamás lo había hecho.

—Louis no te preocupes, cada uno vive a su manera, no te sientas mal por hacer lo que tú crees correcto— el castaño agradece las palabras de Niall, pero no era lo que le afectaba, si no la verdad de la situación.

—¿Quieres divertirte?— la ronca voz de Harry se hace presente y Louis asiente con lentitud ante la pregunta— ven, vamos.

El ojiverde se levanta de su lugar y comienza a desabrochar sus pantalones.

—El último que entra al lago lavará los platos durante una semana— y sin decir más, todos se levantan de su lugar.

Louis se sentía torpe al momento de sacar su ropa y se puso aún más jodidamente nervioso cuando siente como Harry ya había entrado al lago.

El segundo en entrar es Zayn y en ese momento es dónde Louis toma ventaja, deja caer su camiseta al suelo y corre hacia el lago estando solamente en ropa interior.

El ojiazul nada hacia Zayn y Harry los cuales estaban riendo mientras veían al irlandés entrar de los últimos.

—Eso no fué justo, primero me niegan mi día de películas, luego me obligan a lavar los platos ¿qué clase de amigos son ustedes?— Louis ríe y no puede evitar lanzarle un poco de agua en la cara a Niall.

—Eres un mal perdedor— el ojiceleste le devuelve el agua que le había lanzado y de pronto todo se había vuelto un caos.

En el lugar resonaban las risas, los gritos y el chapoteo del agua, Louis huía de Niall ya que este lo había amenazado con hundirlo si lo veía cerca de él.

—Si hubiéramos traído una cuerda, podríamos haberla amarrado a algún árbol para lanzarnos desde ahí—habla lo suficientemente alto para ser escuchado.

—Eso es una buenísima idea— una mano se aferra a su cintura descubierta por un sólo segundo, pero es suficiente para causarle escalofríos.

Harry sólo lo había usado como impulso para nadar hasta a Zayn y miérda, Louis odiaba reaccionar de esa forma.

—La próxima vez traeremos una.

—¿Habrá una próxima vez?

—Claro que sí, habrán miles.

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Estaban todos jodidamente agotados y Harry sabía que era el momento perfecto para tomar su celular y finalmente encenderlo.

Así que sin dudarlo lo hace mientras espera sentado en el borde de la cama, muerde su labio inferior con fuerza y suelta un suspiro.

No sabía hasta cuando fingiría que todo estaba bien, se sentía en un agujero sin salida.

Desde que había formalizado su relación con Ian toda su energía había estado siendo consumida y lentamente sus colores se volvierom grices, decía que no le afectaba e incluso se convencía a sí mismo que realmente no le importaba, pero sí lo hacía.

Había desarrollado sentimientos muy fuertes por Ian, pero luego se había dado cuenta que había estado siendo manipulado y tenía un poco de dependencia por él, estaba ese constante sentimiento de siempre mantenerlo feliz y miérda, siempre pedía disculpas cuándo él no tenía la culpa.

Sabía que no estaba bien, lo sabía, pero no se sentía capaz de terminar con su novio, había perdido su valentía.

Ian absorbió todo de él y lo alejó lentamente de todos sus hábitos, por un tiempo había dejado de ser ese chico social que hablaba con todos, ahora sus compañeros de clases ni siquiera se le acercaban.

Harry amaba viajar y estar al aire libre, había dejado de hacerlo porque Ian era literalmente alérgico a todo, hasta a el polen.

Y estaba ansioso por recuperar su espíritu, quería volver a ser por completo ese chico aventurero y salir de la oscuridad en dónde estaba siendo más que retenido.

Su celular comienza a vibrar y respira hondo.

Traga en seco y contesta la llamada.

—Hey— habla casi en un hilo de voz.

—¿Por qué tenías que el celular apagado? Te he estado llamando casi todo el día Harry, ¿cuál es la necesidad? Sabía que pasaría esto, siempre lo supe— el ojiverde refriega su rostro con una de sus manos y muerde su labio inferior con aún más fuerza.

—Tenemos que hablar.

Y ahí estaba el inicio de un nuevo gran comienzo.