Rise Up |Larry Stylinson|

Capítulo 11.

Louis tenía sus ojos cerrados mientras tomaba un poco de sol, estaba estirado boca abajo en una de sus toallas.

'How To Fly' de Sticky Fingers sonaba en la radio y se sentía tan relajado en ese momento que le daba la impresión de que en cualquier momento se podría quedar dormido.

Después de la agotadora guerra de agua habían decidido darse un descanso y todos habían coincidido en tomar un poco de sol para que sus cuerpos se secaran y créanme, el hecho de tomar sol en la playa era genial, pero tomar sol en el pasto de una casa de campo con piscina y que a parte fuera un terreno privado era mil veces mejor.

Harry en cambio tenía su mirada en el cielo, unos lentes de sol adornaban su rostro para evitar que los rayos de este golpearan con fuerza sus ojos.

Cierra sus ojos y respira profundamente, esa noche dormiría como nunca, se sentía tan agotado.

Niall revisaba sus redes sociales y se estaba poniendo al día con los mensajes, Zayn estaba haciendo algo parecido, también estaba usando su celular pero más que nada era para comunicarse con su familia e informarles que estaba bien.

—Niall, me acabas de responder el mensaje que te envié antes de venir hacia acá— cuando Louis escucha eso no puede evitar reír, abre sus ojos y los pone sobre Zayn.

—Siempre hace lo mismo, a mi me responde los mensajes que le envío cuando me tiene al lado— Harry ríe y baja sus lentes de sol, voltea su cuerpo hacia sus amigos.

Su mirada recae por un tiempo en Louis el cual otra vez tenía sus ojos cerrados y su piel brillaba ante el bloqueador que había puesto sobre su cuerpo.

¿Debería sentirse mal por el hecho de encontrarlo atractivo a pesar que había salido de una relación hace poco?

No podía hacerse el ciego, Louis era específicamente su tipo.

Louis abre sus ojos y se topa con la mirada de Harry, ambos mantienen el contacto visual por un momento y una sonrisa se forma en los labios de Harry, luego de eso aparta su mirada.

Se le había olvidado que era lo que iba a decir.

Había perdido totalmente el habla y no podían culparlo, ahora que lo miraba con atención, joder, los ojos de Louis eran tan atrapantes.

El ojiazul ríe con suavidad y aparta la mirada, oculta su rostro y muerde su labio inferior, no tenía idea de qué había sido eso, pero le había encantado.

Niall había notado el intercambio de miradas y se veía totalmente impresionado, incluso el celular se le había caído de las manos, el ojiceleste mira a Zayn en busca de apoyo, pero este seguía centrado en su celular.

Disimuladamente le pega un patada en la pierna y la mirada del pelinegro se centra en Niall, el irlandés le hace un gesto con su cabeza, indicándole que estuviera atento a su celular.

“Harry y Louis, se atraen”

Es lo que envía y el mensaje es recibido al instante por Zayn, el ojimiel mira a los protagonistas de su conversación y los ve en sus propios mundos.

“Estás loco, ni siquiera se miran” responde y Niall siente unas ganas tremendas de pegarle en la cabeza.

“Cincuenta dólares a que sí, ¿trato?”

“Trato”

Niall sabía que iba a ganar, estaba segurísimo y una vez que ocurriera no pararía de restregárselo a Zayn.

Todos los chicos fruncen sus ceños cuando el radiante sol es ocultado por unas gigantes nubes.

De pronto el calor se había ido y el frío predominaba en el lugar, Louis inmediatamente se levanta para ir a abrigarse, estaba seguro que ese era clima de lluvia.

Harry hace exáctamente lo mismo ya que sabía que en cualquier momento se pondría a llover.

—Vamos, lloverá— y como si fuera la mejor noticia del mundo, Niall se levanta como un rayo y entra a la casa.

Zayn suelta un quejido ante eso sabiendo que el ojiceleste por fin tendría su gran día películas que tanto había deseado.

Todos terminan entrando a la casa de campo para protegerse de la lluvia y Niall ya estaba instalando su computador para ver películas.

—Me iré a abrigar para luego preparar chocolate caliente, ¿quieren?— el ojiazul pregunta en voz alta y todos terminan aceptando.

Harry va a cambiarse sus shorts de baño por un buzo holgado y también pasa un polerón por su cuerpo, le sorprendía lo rápido que había cambiado el clima.

Sin dudarlo toma una manta y la lleva hasta la sala, Zayn estaba sentando junto a Niall y por la cara que tenía su mejor amigo parecía que era prisionero.

Harry se sienta en el único sillón libre y en ese mismo momento sale Louis de la cocina con una bandeja entre sus manos.

Toma una taza de chocolate caliente y se sienta al lado de Harry, al fin y al cabo era el único lugar libre que quedaba.

El ojiverde espera que Louis estuviera bien acomodado para luego pasar la manta por las piernas de ambos.

El ojimiel se iba a inclinar para tomar una taza de chocolate caliente cuando siente un golpe en sus costillas, suelta un quejido de forma baja y mira de mala manera a Niall, este le apunta discretamente hacia Louis y Harry y de verdad el ojimiel no entendía que era o que veía Niall.

Harry siempre cubría con una menta las piernas de el y de la persona que estuviera a su lado.

Zayn rueda sus ojos y termina por tomar la taza de chocolate, pone su mirada sobre la película y se da cuenta que era “No se aceptan devoluciones” Niall era todo un hijo de puta, no importaba cuantas veces viera esa película, lloraría de todas formas.

Sin más se guarda sus comentarios y se recarga contra el sillón para buscar una posición más cómoda y en cuánto la película iba a la mitad, su mirada se desvía hacia su mejor amigo.

Louis tenía apoyada su cabeza en el hombro de Harry y este apoyaba la suya en la cabeza de Louis, también el brazo del ojiverde rodeaba el cuerpo del castaño y acariciaba uno de sus brazos.

Wow, Niall tenía razón.

El ojimiel le da un trago a su taza de chocolate caliente y a pesar de que sabía que había perdido una apuesta no puede evitar sonreír al saber que su sexto sentido seguía funcionando.

Desde que vió a Louis sabía que este encajaría perfectamente con Harry, por eso se las intentó de dar de casamentero durante el segundo día.

La vida daba mil vueltas y siempre todo ocurría para mejor, aúnque pareciera que algo o alguna situación fuera el fin del mundo, realmente no lo era.

Era la puerta a un nuevo comienzo.