Rise Up |Larry Stylinson|

Capítulo 40.

Lo que todos habían querido retrasar finalmente llegó a su fin, sus vacaciones habían acabado.

Todos ya estaban aceptándolo de a poco, al ver sus maletas sobre el auto les indicaba que era hora de volver a la realidad.

Nadie quería irse, pero debían hacerlo.

—¿Y si decimos que quedamos atrapados en una tormenta?— Niall pregunta en un murmuro mientras cierra el maletero de su auto, mierda de verdad no quería irse.

—No estamos tan lejos de casa, tenemos el mismo clima— Zayn ríe, reía para no llorar.

Esas vacaciones habían sido espectaculares en todo el sentido de palabra.

Todos le dan una última mirada a la casa de campo que los había acogido durante esos dos meses.

—Volveremos para las vacaciones de invierno, así que no hagan planes para esas fechas— listo, sólo debían soportar un semestre y volverían a uno de sus lugares seguros.

Harry se sube a los asientos traseros y Louis lo sigue, Zayn sube de copiloto y Niall de piloto.

De inmediato el ojiceleste enciende su radio y la primera canción que se reproduce es "All Star" de Smash Mouth.

Todos se miran y ríen, esa canción era icónica ¿y lo mejor? la habían agarrado desde el principio.

—Well, the years start coming and they don't stop coming— Zayn comienza cantando y Niall le sigue.

—Fed to the rules and I hit the ground running. 

—Didn't make sense not to live for fun— Harry canta entre risas, no podía tomárselo en serio.

—Your brain gets smart but your head gets dumb— Louis se les une y golpea con suavidad el abdomen del ojiverde para que parara de reír.

Todos se quedan en silencio esperando el coro y ahí es dónde se arma la fiesta dentro del automóvil de Niall, el ojiceleste comienza a conducir y con esa canción de fondo no se les hacía tan dolorosa la partida.

Zayn golpeteaba la guantera del auto de Niall siguiendo el ritmo y Harry baja su ventana dejando que el aire golpeara su rostro y circulara dentro del vehículo.

—Qué ganas de ver Sherk— comenta el ojiazul y Harry voltea a verlo, también le había dado ganas de verla.

Cuando la canción termina Harry cae en cuenta de lo que estaba a punto de suceder.

Días interminables de estudios, estrés diario, noches de insomnio y días enteros sintiéndose inservible al no entender una materia.

Fines de semana trabajando para poder pagar sus estudios y sí, sonaba demasiado malo estar en la Universidad, pero sólo le quedaba ese año y estaba estudiando lo que más amaba en el mundo.

La mirada del rizado cae en Louis y su mente comienza a trabajar, ¿cómo lo harían? no sabía que horario tomaría Louis, quizás no iban a coincidir en nada y se les podía hacer imposible verse.

Harry no quería que sucediera eso.

Una cálida mano se pone sobre su pierna y le transmite dicho calor, reconfortándolo.

—¿Qué sucede?¿Por qué esa cara?— Harry sonríe al verlo preocupado, era tan adorable.

—¿Qué pasará con nosotros? Estudiamos en distintas Universidades, quizás tengamos horarios diferentes, yo trabajo durante los fines de semanas— las palabras salen rápidamente de sus labios que a Louis le cuesta entenderle un poco.

—Tranquilo, todo se soluciona hablando ¿No?— ver la serenidad en el rostro de Louis lo tranquiliza— Lograremos vernos, tomaremos horarios juntos y si no se puede uno tomará su respectivo horario y el otro se acomodará al de él.

Harry muerde su labio inferior y espera pacientemente a que el ojiazul termine de hablar.

— Pasaré por ti cinco minutos antes de que termine tu turno, podemos ir a comer un helado, ver una película o simplemente quedarnos en el auto conversando, puedo hacer cualquier mientras esta sea a tu lado yo seré plenamente feliz.

—Joder, ven aquí— el ojiverde lo acerca a su cuerpo con sus brazos— y yo me estaba complicando tanto.

—No pasa nada amor, aparte será nuestro último año en la Universidad, ya no nos queda nada.

Eso era verdad, incluso el año podía pasar volando y cuando menos lo esperen todos tendrían sus respectivos títulos entre sus manos.

Niall por fin dejaría de usarlos para experimentar, el ojiverde había perdido la cuenta de todas las veces que su amigo lo usó como modelo para sus trabajos en la Universidad, también ha utilizado a Zayn un montón de veces.

Imaginanse lo tedioso que era para ambos posar frente a una cámara porque a ninguno les gustaba las fotografías.

—Sin duda, no nos queda nada— murmura con suavidad y deja un casto beso en la cabellera de Louis.

Ambos se quedan en silencio, mirando el bello paisaje a través de las ventanas del automóvil.

La vuelta a la Universidad sería una nueva aventura para ambos, ellos se conocieron durante sus vacaciones, en donde nada les preocupaba realmente, si sobrevivían juntos a su último año de Universidad, serían imparables.

Louis mira el rostro de Harry y sonríe, amaba tenerlo en su vida.

El castaño despega su cuerpo del de Harry y se acerca para dejar un beso en la mejilla de este, luego deja otro, otro y otro.

El rizado ríe ante las cosquillas que le causaba, Louis iba a volver a besar su mejilla, pero Harry fué más rápido y gira su rostro.

Los labios del ojiazul impactan contra los del ojiverde.

Ninguno de los dos se mueve, se quedan así presionando sus labios durante unos breves segundos.

Harry ríe y es el primero en separarse, apoya su frente contra la del castaño y cierra sus ojos, asimilando que Louis estaba con él, que ese maravilloso chicos formaba parte de su vida.

—Te amo— susurra con suavidad y antes de que Louis pudiera responder se escucha un quejido por parte de Zayn.

—Ugh— gruñe con desagrado y baja la ventana de su costado— apestan a amor y como ustedes ya saben, odio el amor.

Louis ríe y se inclina hacia a él para poder verlo.

—Eso dices ahora, pero algún día te enamorarás tan fuerte que ya no pensarás eso— el ojimiel inmediatamente busca madera en algún lado para negar esa afirmación, pero no encuentra nada.

Simplemente suelta un suspiro y niega con su cabeza.

El día que ocurriera eso sería el fin del mundo.

Louis vuelve a acomodarse en su asiento y se acerca al oído de Harry.

—Yo también te amo— responde finalmente y esta vez es Niall el que baja la ventana.

Todos ríen ante eso, los cuatros tenían algo único y todo se lo debían a esas vacaciones.