1 Príncipe, 5 Princesas. [Editando]

12. Los sentimientos de Nina

Cuando Aimeé despertó, Enrique estaba a su lado. Philip, sus hermanas y el médico real estaban un poco más alejados pero también esperando su reacción.

-Que…que bueno que estés aquí, Enrique.-dijo Aimeé.

-Estaba muy preocupado por tí.-dijo Enrique sosteniendo su mano.

-Me duele mucho la cabeza.-dijo Aimeé tratando de levantarse.

-Tranquila, es por el golpe.-dijo Enrique.-Lo que no entiendo es como te caíste.

-Tropezé con algo que había en las escaleras.

-Pero, Aimeé eso no puede ser.Ya revisamos por si acaso y no había nada.

-Si había algo, pero como estaba oscuro no pude verlo.

-Debes estar confundida. Descansa un poco más.-dijo Enrique besando su frente.

-Te quiero, Enrique.

-Yo también te quiero, Aimeé.

Luego todos salieron de la habitación de Aimeé y la dejaron descansar. Todas las criadas estaban comentando entre ellas que Enrique se casaría con Aimeé, ya que era obvio que la quería mucho, y ya lo estaba demostrando. Nina iba pasando y escuchó parte de lo que hablaban y se fue corriendo a su habitación.

Nina no podía parar de llorar y era que acababa de darse cuenta así de repente de que sin querer se estaba enamorando del príncipe Enrique. Pero como no enamorarse de alguien tan guapo como él, y aparte ambos tenían tantas cosas en común. Pero era un amor imposible. Él se casaría con una de sus 3 hermanas mayores. Lo más probable era que con Aimeé. Jamás pensó que algo así le ocurriría a ella. Enrique y Nina eran muy buenos amigos, y ella no quería arruinar esa amistad por culpa de sus sentimientos. Aún así se lo diría, cuando se sintiera decidida.

Mientras tanto Enrique no paraba de pensar en el accidente de Aimeé. Él mismo subió y bajó las escaleras varias veces, pero no encontró ningún objeto.

-¿Qué buscas Enrique?-dijo Ginna a sus espaldas.

-Yo…nada.-dijo Enrique.

-Que bueno, porque no vas a encontrar nada.

-Y tú como sabes.

-Enrique, solo fue un accidente.Trata de relajarte un poco.

-Aimeé es una persona muy importante para mí. Por eso estoy preocupado por ella. Tú también deberías estarlo. Es tu hermana.

-Tengo 4 hermanas que jamás me han entendido y que piensan que porque soy diferente a ellas, tienen el derecho a aislarme de los demás.

-Ginna, tú sola te aislas. Con tu actitud. Con tu forma de ser.¿Entiendes?

-Querido, me gusta como soy. Y ten cuidado porque nadie está a salvo de personas como yo.-dijo Ginna sonriendo y se fue.

Definitivamente esa chica ocultaba algo. O mejor dicho, todos parecían ocultar algo. Pero cosas distintas, no las mismas. Ya era hora de averiguar absolutamente todo.