35.La muerte de Ginna

3.9K 260 16
                                    

Estaban enterrando a Catalina, Carlos y Luis en el Cementerio Real mientras que algunos guardias seguían en busca de Ginna. Mientras tanto Rebecca, Aimee, Anastacia, Nina, la pequeña Cristina, Clarisse y Nicolas junto algunos criados, gente del pueblo y un par de guardias miraban en entierro. Nina y Aimee no paraban de llorar. Anastacia se sentía triste pero aun así no lloraba. Y Rebecca solo miraba en silencio todo.

Cuando todo terminó, las princesas se fueron a Bluestown al castillo del Duque Maximiliano. Allí se quedarían hasta que la parte del castillo destruida fuera reconstruida y arreglada y mientras se encontrara el testamento de Los Reyes.

-Cada una tiene su propia habitación.-dijo Maximiliano.-Espero que se sientan cómodas

-Gracias.-dijeron todas sin emoción.

Cuando ya todas estaban en sus respectivas habitaciones, Rebecca comenzó a entender todo lo que había pasado. La muerte de sus padres había sido su culpa. Cuando ella fue a visitar a su tío Luis para decirle que matara a Enrique, se le olvido cerrar la puerta. De seguro Luis salió y en su locura quiso reclamarle a los reyes pero estos quisieron tenerlo prisionero nuevamente y entonces Luis los mato para luego incendiar el castillo y morir el también. Lo que Rebecca aun no entendía era donde estaba Ginna. Fue entonces cuando recordó algo que esta le había dicho:-El señor me llevara algún día quizás muy pronto si no le pago la deuda.

Pero ¿Qué deuda? La vida de Enrique. Esa era la deuda, y como no se pagó ahora Ginna lo más probable es que también estuviera muerta.

Fue entonces cuando se escuchó un grito y todas salieron a ver que pasaba. Ginna venía corriendo y detrás estaban más de 100 personas que gritaban:-¡Mátenla! ¡Es una bruja! ¡Quémenla viva! ¡Ahórquenla!

Maximiliano salió del castillo y dijo:- Esta joven es una princesa. Por tal razón es inocente.

Las personas comenzaron a gritar nuevamente y Maximiliano se dio cuenta que eran de Bluestown y también de Falicia. Entonces dijo:- ¿Quieren matar a su propia princesa?

La anciana con la que Enrique hablo hace un tiempo atrás dijo:-No nos importa. Las reglas están más que claras.

-¿Y tienen pruebas?-pregunto El Duque.

-Si.-dijo un hombre vestido de negro mientras sonreía.

Ginna abrazó a sus hermanas y les dijo:-Perdónenme, pero por favor no dejen que me maten.

-¿De verdad eres una bruja?-pregunto Anastacia.

Ginna miró al suelo y respondió:- Sí.

Fue entonces cuando la anciana dijo:-Miren, ella misma lo ha confesado.

El Duque miro a Ginna y dijo:-Lo lamento.

Luego miró al pueblo y dijo:-Pero no la mataran aquí. Mejor vayan al pueblo de Falicia.

La gente estuvo de acuerdo y se llevaron a Ginna mientras esta gritaba. Después el Duque preparo un carruaje para las princesas y dijo:-Es mejor que vayan.

Ellas asintieron y se fueron a Falicia. Cuando llegaron, tenían a Ginna con una soga en el cuello y amarrada a un palo.

-¿Qué van a hacer?-dijo Nina asustada.

Una señora dijo:- Ahorcarla lentamente y quemarla.

-Acaso no les parece suficiente con matarla.-dijo Rebecca.

-No.-respondió la señora.-Es para que todos vean que si entran a la brujería, nada los salvara, ni siquiera el hecho de que sean de la realeza.

En ese momento un hombre comenzaba a apretar la soga lentamente y otro prendía fuego bajo los pies de Ginna. Esta comenzó a gritar fuertemente mientras Nina se tapaba los ojos para no mirar y comenzaba a llorar. El hombre de negro se reía mientras veía a Ginna sufrir.

El hombre que apretaba la soga la soltó y las llamas comenzaron a consumir viva a Ginna.

Mientras que en Aumesbery las pesadillas de Enrique terminaron para siempre.

1 Príncipe, 5 Princesas. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora