1 Príncipe, 5 Princesas. [Editando]

7. Un encuentro con Anastacia

Enrique tenía hambre, así que fue a la cocina a buscar algo que calmara su estómago. Pero justo cuando va entrando choca con una joven criada:-Lo siento mucho su alteza.-Dijo la joven muy apenada.

-No te preocupes. ¿Cómo te llamas?-dijo el príncipe.

-Clarisse, para servirle-respondió esta haciendo una reverencia.

Clarisse era delgada,de piel pálida,hermoso cabello largo y un buen...

-¡Enrique!-gritó Anastacia a sus espaldas.-Necesito hablar contigo, ahora.-exigió la princesa.

-Un gusto conocerla Clarisse, es una pena que no hayamos podido conversar.-dijo Enrique despidiéndose de la criada y siguiendo a Anastacia. Súbitamente esta lo haló fuertemente hacia una puerta y ambos quedaron en una habitación semioscura.

-¿Qué hacemos aquí?-dijo Enrique acercándose.

-Aléjate.-respondió Anastacia poniendo una mano sobre su pecho. Sus rostros estaban demasiado cerca y Anastacia no pudo evitar mirarlo detenidamente, pero luego sacudió la cabeza y dijo:-Sé como eres realmente y te advierto que no vas a jugar con los sentimientos de mis hermanas.

-¿De qué hablas?-dijo este confundido.

-De la mala fama que tienes en tu reino, con razón coqueteabas con la criada esa.-dijo Anastacia asqueada.

-Yo no estaba...Espera. ¿Cómo supiste eso?

-Escuché a mis padres hablar con los tuyos y le advirtieron de tu comportamiento antes de que vinieras.

-Mis padres no harían algo así, aún tratan de mantener mi imagen.

-Tu reputación ya está arruinada y  quien sabe a cuántas mujeres has conquistado, pero mis hermanas a pesar de que son mayores que yo, son mucho más ingenuas y podrían caer ante tí muy fácilmente.

-Y quién dijo que tú no puedes caer.-respondió Enrique sonriendo.

Y antes de que ambos se dieran cuenta Anastacia golpeaba fuertemente la mejilla de Enrique y luego salió corriendo de la habitación.

-Maldita sea.-dijo Enrique sobándose la mejilla.

Ahora supo porque Anastacia lo miraba siempre con odio. Pero aún no entendía cómo se había enterado de su reputación, si ambos reinos estaban muy pero muy lejos. Aquí había algo más. Definitivamente sí.