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—iré a hablar con Alan—dijo Tom al separarse de Adrián y Eiden.

—bajame—dijo Eiden queriendo despegarse del pecho de Adrián.

—¿A dónde vas a ir?

—a mi habitación

—Mmm, ¿Qué vas a hacer?— Adrián empezó a separarlo de su cuerpo para después dejarlo en el piso y que el fuera.

—voy hacer un regalo para alguien—dijo cuando Adrián lo dejo en el piso y el salió corriendo.

—¡No tardes demasiado! ¡No has comido nada!—grito Adrián para que escuchará Eiden quien ya estaba en su habitación y dio un azote cerrando la con seguro.

—¿Qué le dijiste?—pregunto Tom mientras se apoyaba en el barandal del balcón.

—la verdad—dijo Alan mientras fumaba y sacaba humo de la boca.

—la verdad no es insultarlo y decirle que es ridículo actuar así.

—esa es la verdad, claro que es ridículo actuar como un bebé, tiene 16, ya no es uno.

—¡No pudo ser uno! No tuvo una familia que lo tratara bien, solo desea ser algo que nunca fue

—todos deseamos algo ¿No? Deja de jugar a la madre—piso el cigarro y se fue.

—¿A dónde vas?

—a estafar para conseguir putas

—scemo [tonto]—dijo Tom mientras veía como minutos después salió Alan por la puerta principal.

—bien, solo tengo que hacer ketamina, no es tan difícil, solo es un fármaco analgésico ¿De acuerdo?—se dijo así mismo Eiden mientras sacaba cosas del armario.

Posicionó todo en la barra donde trabajaba y empezó a combinar todo lo que tenía en un orden y en una cantidad, tenía que tener listo todo eso antes de que regresará Alan, tal vez así lo aceptaría y lo amaría más.

—¿Hablaste con Alan?—pregunto Adrián al ver como entraba a la cocina.

—si, lo hice, pero no quiso entender—tomo asiento en una de las sillas que tenía más cerca y empezó a mover su pierna nerviosamente.

—deberia solo ponerlo a lavar la ropa de todos por un mes, pero aún así si le pusiera esa tarea, se iría con putas y alcohol a la calle, na haría nada aquí

—¿Deberíamos aceptar que él no lo hará?

—no lo sé, pero si sé que no deberíamos que lo insulte por como actúa.

—si, tienes razón, el niño siempre nos trató bien, y lo hizo más cuando lo encontramos en ese callejón ¿Lo recuerdas?

—si, recuerdo cómo lo iban a...

—iré a ver qué esta haciendo Eiden—susupiro y se levantó rápidamente.

—claro, y dile que ya está la comida—termino de servir tres platos para cada uno y se sentó.

—¿Puedo pasar?—pregunto amablemente Tom después de dar golpecitos a la puerta.

—si, espera— Eiden dejo lo que estaba haciendo y se acercó a la puerta para quitarle el seguro y abrirla.

—¿Que hacías?—pregunto Tom cuando vio a Eiden.

—estaba haciendo un regalo para alguien—dijo Eiden mientras alzaba los brazos para que lo cargará Tom, el cual lo hizo.

Drogas, armas y un bebé Where stories live. Discover now