×25

573 51 7
                                    

-Tiene casi 40 grados Adrián.- contestó Alan desesperado.

-¿Y cómo está Eiden? ¿Esta bien, o está igual de mal que Tom?- preguntó Adrian.

-Eiden también despertó así, ahora mismo está durmiendo con calentura.

-¿Qué tipo de calentura?- su pregunta era razonable por como había estado comportandonse.

-El otro tipo de calentura- se sonrojó Alan- pero anoche comenzó a toser, y un día antes que ese, no le había dado tan fuerte el resfriado aunque se veía que apenas y estaba empezando.

- Cuidaré de Tom, ¿Podrías cuidar del pequeño mientras?

- A sus órdenes.- salió de la habitación.

Tom había estado quejándose la mitad de la noche, su frente estaba demasiado caliente y su cuerpo probablemente también, debía de meterlo a bañar o podría empeorar pronto.

Eso hizo que despertara de su sueño, en donde comenzaba a soñar que Adrián lo trataba como su pareja y lo comenzaba a besar, quizá eso fue lo que lo puso más caliente. Su sonrojes al ver que Adrián lo había metido al agua lo sonrojó más y Adrián se preocupó pensando que el agua no tendría efecto. Pero Tom lo echó del baño, después de que el mayor le explicara que estaba haciendo ahí en la mañana y porque lo estaba bañando.

Se quedó un rato más pensando en lo que había soñado. Comenzaba a aceptar que le atraía el mayor. Desde aquel día en el que se apareció en su ventana en la noche pudo ser de algún modo más libre, Adrián había hecho mucho por él, tal vez él también debía de hacer algo para recompensar lo bueno que había sido.

Salió del pequeño cuarto con solo una toalla a su cintura, tenía el cabello mojado y los ojos llenos de ojeras, aún seguía siendo de madrugada. No podría sostenerse mucho más, su cuerpo había gastado la poca energía que tenía en ese baño. Pero antes de que cayera casi inconsciente, Adrián lo tomó por las cinturas, murmurando algunos insultos de estrés. Cargó a Tom hasta la cama donde le colocó un trapo mojado con agua fría, ya se había preparado para cuando Tom saliera del cuarto de baño.

-¿ti prenderai cura di me stasera? [¿Me cuidarás esta noche]- preguntó Tom en su idioma materno, su cerebro había dejado de funcionar lo bastante bien como para saber lo que decía.

-No te entiendo Tom- contestó algo triste Adrián, sabía que Tom no duraría bien por mucho si seguía así, así que salió lo más rápido que pudo para comprar algunas medicinas para los resfriados. No quería dejar tanto tiempo al inconciente.

•••

-Eiden ya te dije que no miraré, todo está bien pequeño- dijo algo irritado Alan, justo detrás de la puerta de su habitación.

-Je ne veux pas, je ne veux pas, je ne veux pas [no quiero, no quiero, no quiere]- gritó el menor escondiéndose bajo las sábanas.

-Tout va bien, voulez-vous que je m'occupe de cette affaire ? [Esta bien, ¿Quieres que me ocupe de esto?]- Eiden no sabía lo que quería decir el mayor, pero aún así se la pensó unos segundos antes de decir que sí, quería aliviar el dolor en sus partes íntimas lo más pronto posible.

Alan entró a la habitación después de recibir el visto bueno de parte de Eiden. Se acercó un poco a la cama, viendo el bulto pequeño que se formó en medio.

-Je vais te porter, d'accord ? [Te cargaré, ¿De acuerdo?]- preguntó antes de que alguien se enojara de más. Pero recibió de nuevo un sí.

Alan se acercó un poco más al bulto destapandolo, observando como Eiden se restregaba un poco contra el colchón y a la vez se retorcía con impaciencia y quejidos. Lo cargó y lo puso entre sus piernas, no quería hacer nada que asustara más al otro.

-Je te prendrai la main et...[tomaré tu mano y...]- antes de terminar agarró la mano de Eiden cómo dijo, la sostuvo un poco y la acarició para que el menor viera que nada malo pasaría. La dirigió un poco hacia abajo y la frotó un poco, todo esto ocurría mientras el menor tenía su rostro enterrado en el cuello de Alan y cerraba fuerte los ojos.

Comenzó a jadear un poco después de unos segundos, y a patalear, comenzaba a desesperarse. Alan entendió que debía de irse y dejar al pequeño solo, nada más tenía que darle un pequeño empujoncito para Eiden hiciera todo lo demás y poder terminar con los problemas nocturnos y mañaneros.

Cerró la puerta tras de si. Escuchó varios quejidos y algunos gemidos algo fuertes, supongo que era por la distancia en la que estaba. No estaba muy separado. Los ruidos pararon y Alan entró con un sonrojo muy notable, su piel era demasiado clara así que se notaría aún más.

-tu n'as pas pensé à avoir une petite amie [¿No has pensado en tener novia]- preguntó al entrar de nuevo. Se acercó al pequeño bulto como anteriormente había hecho y lo destapó. El menor no contestó, solo se sonrojó aún más.- Quoi de neuf petit, tu n'en veux pas [¿Qué pasa pequeño, no quieres]

-Je ne pense pas que quelqu'un m'aime comme ça [no creo que nadie me quiera así]

-je te veux comme ça [yo te quiero así]-Eiden se sonrojó al oírlo. Alan cambió su pañal y volvieron a acostarse para dormir, dormirían hasta tarde, necesitaban un largo descanso, en especial Eiden, por fin dormiría bien.

•••

Adrian volvió en menos de 15 minutos, no pensó que la fila estaría tan larga. Corrió hacia el piso de arriba en donde estaba Tom y respiró hondo cuando vió a Tom dormido tan calmadamente. Lo despertó después de unos minutos para darle un vaso con una de las pastillas disueltas en él, sabía perfectamente bien que no se tomaría la pastilla sólida, ni siquiera se tomaría el jugo si supiera que tiene medicina.

Se quedó un poco más de tiempo despierto para cuidar de Tom, media hora después volvió a dormir afirmando que todo seguía bien y ya no tenía calentura Tom. Había mejorado mucho, ya no se veía a punto de morir, como si fuera una enfermedad con muchas probabilidades de una muerte segura. Todo estaba bien. Aunque antes de caer rendido y dormir sintió como Tom se recargaba de nuevo en él. Las famosas mariposas de nuevo, los mareos aparecieron y sintió que se enfermaría. Enfermaría de amor, aunque este no lo aceptara aún. Había tardado un poco ya. Se durmió con Tom recargado en él, y eso hizo que durmiera un poco mejor a su parecer. Se sentía a salvo y cómodo. Casi como si estuviera... enamorándose, pensó. Y lo aceptó.

Drogas, armas y un bebé Where stories live. Discover now