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—si, él quería que lo amaras...así que se esforzó mucho y él...tenía tanto sueño ¿Cómo es que no nos dimos cuenta?

—lo hice desde siempre...—dijo Eiden entrando a la cocina, tenía una manta a su lado y el biberón en la otra mano, su cabeza se mantenía agachada.

—¿Desde que te encontramos esa noche?—pregunto Alan.

—si...estudie sobre las drogas cuando no podía estar despierto, de verdad quería estarlo, y no tenía otra opción, todas las noche me...

∆ Flashback ∆

—¿Por qué aún no estás en el lugar que te dijimos que deberías estar?—pregunto enojado el hombre que seguía parado en la puerta.

Eiden se mantenía en el rincón de la habitación sosteniendo sus piernas, balanceándose en ellas, estaba temblando, sudaba cada ves más, su cuerpo desnudo lo hacía sentirse incómodo, no había hablado durante semanas, tal vez ya se había olvidado de como hacerlo o de como abrir la boca al menos.

—hijo de puta ¿Quieres que continuemos con lo que estábamos haciendo ayer?— el hombro se acercó al pequeño e indefenso niño, no antes de sacar de su bolsillo una navaja y acercarse cada ves más a él.

∆ Fin del flashback ∆

—entiendo, no tienes que decirle en voz alta si no quieres— dijo Alan mientras se levantaba y se acercaba abriendo lentamente los brazos.

Sin pensarlo Eiden se acercó rápidamente y lo abrazo como si hubiera recuperado algo muy valioso o más bien alguien.

—¿Querías hacerme un regalo?—pregunto Alan mientras acariciaba la nuca del niño, en respuesta solo recibió un asentamiento de cabeza.

—no tenías que hacerlo—susurro antes de hincarce un poco para quedar a la altura de Eiden, vaya que media mucho más que el chico.

—pero...yo quería—susurro viéndolo directamente a los ojos.

—¿Ah, si? ¿Y que querías regalarme, pequeño?

—hice ketamina para ti—respondio con una mirada de curiosidad por ver si le gustaba la idea.

—¿En serio? Es mi favorita—dijo sorprendido el francés.

—lo sé

—¿Cómo lo sabes?

—tienes frascos en tu habitación, sé que está llena

—¿entraste a mi habitación sin mi permiso?

—lo lamento, te estaba buscando y...y...tú no estabas y después

—esta bien, no me enojarme por eso, solo quería agradecerte por querer hacer un regalo solo para mí, y quería disculparme por no tratar mejor a mi amigo, a fin de cuántas simplemente eres un niño.

—gracias—susurro mientras volvió a abrazar a Alan.

—¿Por qué?—pregunto mientras correspondía el abrazo.

—por no enojarte y...—hizo una pausas y continuo—nada.

—hey, dime, ¿Que es lo que querías decir?

—¿"Castigarme por entrar a tu habitación sin tu permiso"?—pregunto Adrián que estaba en la entrada de la cocina desde hace unos minutos, continuando con la oración de Eiden.

—si...—respondio el pequeño que ahora tenía la cabeza agachada como hace unos momentos.

—¿Lo castigaron?—pregunto asombrado Alan.

—Ce n'est pas vrai, ne les croyez pas, eh bien oui, mais ils étaient méchants avec moi et ils m'ont frappé dans le cul parce que je les cachais à propos de la drogue et je ne leur ai pas obéi, mais c'était injuste parce que je voulais juste donner vous un grand cadeau avant de venir et ... .et ... [Eso no es cierto, no les creas, bueno sí, pero fueron malos conmigo y me pegaron en mis pompitas porque les estaba escondiendo lo de las drogas y no los obedecí, pero fue injusto porque solo quería... Darte un gran regalo antes de venir y... y...]— empezó a hablar desesperado en francés Eiden.

—si, esta bien, Eiden, cálmate, no te preocupes ¿Okay?

—mais papa Alan ne voulait pas me voir parce qu'il était avec des femmes et il a pris beaucoup de drogue à cause de moi [pero papi Alan no quería verme y estuvo con mujeres y se drogo mucho por mi culpa]— ignoro lo dicho por Alan y comenzó a llorar desesperadamente.

—oh ce n'est pas vrai, ce n'était pas de ta faute ok petit? [Oh, no es cierto no fue por tu culpa ¿Okey, pequeño?— agarro al niño que seguía llorando desconsoladamente de debajo de los brazos y lo alzó hasta cargarlo.

—Pouvez-vous répéter ce que vous m'avez dit? [¿Podrías repetir como me llamaste?]—pregunto Alan.

—papi Alan—dijo el bebé en un susurro junto a su oído, para que solo él lo escuchara.

—yo siempre te quise— dijo Alan de la misma forma que Eiden.

—Eiden, pequeño, necesito revisar tu pañal—dijo Tom interrumpiendo el momento.

—no sera necesario, se lo cambie hace poco, cinco minutos antes de que tú te despertarás, no fue hace mucho.—intervino Adrián.

—oh ¿De verdad? bueno, supongo que el pequeño bebé tomará su biberón y verá algunas caricaturas ¿No es así?— pregunto Tom con una sonrisa mientras se acercaba y tomaba el biberón que tenía en la mano Eiden.

—¿Papi Alan, puede quedarse conmigo a verlas?— pregunto inocentemente el niño que aún seguía en brazos de Alan.

—claro que me voy a quedar contigo.

—de acuerdo, iré a entregarte el biberón en un minuto, después de que te lo termines te vamos a bañar ¿De acuerdo?— explico Adrián.

—De acuerdo, papi

Alan y Eiden se sentaron en un sillón, Alan tomo el control y se sentó junto a Eiden, para luego cargarlo y sentarlo sobre su regazo, el niño se relajo y posicionó su cabeza en el cuello de Alan, inclino un poco la cabeza hacia delante para ver las caricaturas que había puesto Alan. Minutos después llegó Adrián y le entrego el biberón a Eiden, quién gustoso lo agarró y lo tomo con calma.

—¿Ya te lo terminaste, cariño?—pregunto Alan, y solo sintió un asentamiento del niño que seguía recostando la cabeza en su hombro.

—bien, ahora te bañara, mmm ¿Quién quieres que te bañé?— preguntas sin saber a quien escogería el niño, pues era estar con él en un momento íntimo.

—¡Papi Adrián!— respondió el niño alegremente, mientras que Alan suspiraba de alivio, pues él no sabía que hacer cuando se tenía que bañar a un bebé.

—¿Me llamaste, mi príncipe?— llegó Adrián a la sala, al parecer la voz del niño había sido tan alta que lo alcanzo a escuchar Adrián.

—ya quiere bañarse, y decidió que tú lo harías— dijo Alan mientras extendía al niño y lo acercaba a Adrián, para que se lo llevará a bañar.

—ya veo, ¿Y mi bebito que quiere para bañarse? ¿Burbujas? ¿Juguetes?

—¡burbujas!— respondió el niño alegre.

—entonces burbujas serán

—oye...Adrián, quiero hablar contigo después de que bañes a Eiden, te veré en el balcón más tarde.

—claro ¿Sobre que?

—es importante— dijo para luego irse de la sala.

Drogas, armas y un bebé Where stories live. Discover now