Omega en el Harén

C a p í t u l o - 3.

La imagen del alfa le era tan familiar, su rostro estoico y ojos dorados no eran tan ajenos para Wei WuXian. Pronto sintió el aroma del sándalo golpearlo, no había duda alguna.

WuXian lo señaló sorprendido. —Tú... ¡Tú eres uno de los que viajaba con el ejército de GusuLan!

El alfa de enfrente parecía recobrar la compostura, su cara estaba libre de cualquier expresión. Sin embargo, había cierta curiosidad irradiar en sus ojos.

—¿Cómo llegaste aquí?—repitió con voz grave y expresión seria.

WuXian sintió sus manos sudar, por la nula reacción del alfa ante sus acusaciones duda si este aún le recordaba.

—Yo... —el omega se dividió entre mentir o ser honesto, al final terminó escupiendo la verdad, o algo así. —Yo estaba en... una habitación, y subí por uno de los muros, miré las flores y-

—No me refería a eso—el entrecejo del alfa se había fruncido ligeramente. —¿Cómo llegaste al palacio?

WuXian abrió la boca sorprendido por la pregunta, pensó que al ser un hombre de GusuLan sabría el motivo porque cual estaba ahí. El omega miró como el alfa daba media vuelta, por un momento creyó que avisaría a los guardias de su escape, y si eso pasaba XingChen se enteraría.

No lo pensó dos veces antes de acercarse al alfa y abrazarlo por el brazo para detenerlo. Pudo sentir como este daba un respingo y se tensaba bajo su toque, pero no le importaba a WuXian, no cuando estaba en peligro.

—¡Por favor no le digas a nadie que estoy aquí! ¡Si XingChen se entera me castigará con azotes!

Los ojos dorados lo miraron atentamente, el alfa se giró para verlo de frente de forma lenta. Al final respondió en voz baja.

—No diré nada.

WuXian sentía que no era suficiente, debía estar seguro. —¿Lo prometes?

Ambos se miraron por algunos segundos, WuXian lo presionaba mientras suplicaba con sus ojos.

El alfa suspiró y respondió. —Lo prometo.

WuXian soltó el aire que había contenido, estaba aliviado, su escape nocturno podría seguir siendo un secreto. Después de obligar al alfa a hacer una promesa se soltó de su agarre y dio unos cuantos pasos hacia atrás para ganar distancia. Sus ojos dejaron de mirar al alfa y pasaron a escanear el enorme muro.

—Debo escapar—sentenció decidido.

—¿Escapar?—la voz del alfa sonaba ligeramente confundida.

WuXian asintió y se giró para verlo, su cuerpo tembló un poco. Confesó: —Yo fui secuestrado y vendido para ser el maldito obsequio del príncipe Lan WangJi. ¡Debo huir antes de que sea tarde!

—...

El joven de enfrente se mantuvo en silencio, WuXian le dio un vistazo más. A pesar de ser prácticamente desconocidos este parecía estar escuchando, por lo que una llama de esperanza se encendió en su pecho.

—Tú... ¿puedes ayudarme?—preguntó en voz baja, quería creer que podía encontrar un aliado en la persona de enfrente. —¿Crees que pueda escapar si atravieso el muro?

Pos algunos segundos el alfa no respondió, WuXian sintió que lo había arruinado y que ahora definitivamente llamaría a los guardias.

El alfa simplemente negó. —Al otro lado hay riscos de la montaña, es peligroso.

WuXian sintió sus esperanzas yendo en picada, tomó su cabeza con desesperación y se sentó en el suelo con rudeza. Traba de pensar en otra zona por la pudiera huir, pero todo estaba repleto de guardias, este era el lugar más despejado, pero aparentemente el más limitado. Ahora creía entender porque los guardias se habían reducido.