C a p í t u l o - 3 4.

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Wei WuXian había pasado el celo más intenso y gratificante de su vida a lado de Lan WangJi. Después de eso estuvo en reposo absoluto por tres días, no fue realmente malo ya que su alfa se mantuvo con él en todo momento llenándolo de mimos, sin olvidar a su pequeño hijo, quien también les acompañó. Lamentablemente esa perfecta burbuja de amor y paz se esfumó en el instante que puso un pie fuera de la habitación.

El omega se encontraba escuchando a escondidas como Lan QiRen no dejaba de regañar a Lan WangJi.

¿El motivo? Su lazo.

No es como si pudieran ocultar su nueva unión, ya que ahora sus aromas estaban compenetrados a la perfección, siendo esa la primera señal que les delataba. Para su mala suerte fue Lan QiRen quien les descubrió enseguida.

—¡¿Es que acaso no piensas?! ¡Estás cegado por completo! —gritó tan fuerte como pocas veces WuXian lo había escuchado, y esas pocas veces siempre eran cuando él estaba involucrado.

Lan WangJi permaneció recto, su mirada no mostraba ni un atisbo de arrepentimiento. —Lo hecho, hecho está.

QiRen suspiró sonoramente, tenía aspecto cansado y presionaba sus sienes como si un horrible dolor de cabeza le atormentara.

—WangJi, he intentado por todos los medios que no sigas mis pasos —dijo QiRen más sereno, aunque esta vez su voz parecía algo tensa y casi melancólica—... Pero parece que eso es justo lo que quieres hacer.

WuXian veía por una rendija como Lan WangJi se aproximó a Lan QiRen, conociendo a la perfección a su esposo supo que este quería consolar de cierta forma al preocupado de su tío, hacerle ver el motivo por el cual habían tomado cada una de sus acciones.

—Simplemente he decidido no dejar mi felicidad en manos de otros —respondió Lan WangJi, sus ojos buscaban apoyo en el mayor.

QiRen bajó la mirada. —Eres mi familia, mi sobrino, no te quiero ver herido —confesó colocando una mano sobre el hombro de Lan WangJi—. Sé que lo amas, y justo por eso no deberías arriesgar su vida, piensa en él y en tu hijo y el que seguro viene en camino. ¿Quieres arriesgarlos de tal manera?

—No les sucederá nada, yo los protegeré —declaró Lan WangJi aún reacio a ceder.

La paciencia de Lan QiRen se esfumó al escucharle, esa conversación no llegaría a ningún lado. Era como verse reflejado en Lan WangJi, el joven se sentía tan fuerte e intocable dándole un deja vu de sus años de juventud. Esas palabras ya las había escuchado y ver la historia repetirse le lastimaba.

QiRen bufó frustrado y negó. —¡Eso mismo dije yo y mírame! ¿Ya olvidaste lo que ellos me hicieron? ¿Qué te hace pensar que no te harán lo mismo al ver que les desobedeciste?

Sus palabras retumbaron con brusquedad en WuXian, quien se abrazó a sí mismo buscando protección. Tuvo que callar su boca o de lo contrario Lan WangJi le descubriría y sólo empeoraría el tenso ambiente.

Mientras el omega luchaba por calmarse, ambos Lan dentro de la habitación se observaron con descontento.

—Tío, con todo respeto, usted y yo no somos iguales. Mi posición y la que usted tuvo en su momento son diferentes —entonó Lan WangJi rígidamente.

Quizás era cierto, después de todo GusuLan tenía a QinghengJun para ocupar el trono. Actualmente sólo estaba Lan WangJi debido a la ausencia de Lan XiChen por haber tomado YunmengJiang. Pero aún con ese panorama nada seguía estando asegurado, y Lan QiRen, con sus años de experiencia lo sabía con creces.

Wei WuXian apretó sus manos, se sentía tan impotente, el pesar aumentaba al reconocer que Lan QiRen tenía algo de razón en sus palabras. El omega interno también presentía el peligro, desde el día de su boda estaba intranquilo, y con la situación actual iban de mal a peor.

Omega en el HarénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora