C a p í t u l o - 2 9.

9.4K 1.1K 877
                                    

La luz del sol entraba con dureza por la ventana de la habitación, las gruesas cortinas minimizaban el paso, pero algunos rayos lograban filtrarse y para mala suerte de Wei WuXian esa poca luz le golpeaba en la cara, obligándolo a regresar lentamente de su sueño.

El cuerpo le pesaba y había un molesto dolor en prácticamente todas partes, era tanta su incomodidad que abandonó la idea de querer estirarse, hacía mucho que no sentía lo que era despertar después de ser tomado salvajemente por Lan WangJi. En su lugar se removió lentamente mientras abría los ojos para intentar despejar su mente. Mirando el elegante dosel de la cama junto con la ostentosa decoración de la habitación pudo recordar que se encontraba en los aposentos del alfa. Lan WangJi no estaba alrededor, tal como esperaba, dejándole un sentimiento de soledad.

WuXian talló su rostro para despabilarse, en el proceso sintió un objeto duro y frío tocar su tibia piel. Con intriga dirigió su mirada a una de sus manos, descubriendo así un lujoso anillo con grabados de nubes e incrustaciones de piedras preciosas, una en especial poseía un tamaño considerable.

Una serie de imágenes llegaron a su mente, en sus recuerdos podía visualizar con claridad cómo Lan WangJi le tomaba sin piedad mientras le pedía matrimonio. Los ojos del omega se abrieron grandes recordando el momento exacto donde le había dicho que sí.

Aceptó casarse con Lan WangJi.

WuXian se sentó algo agitado, la voz de su cabeza repetía una y otra vez: Me casaré con Lan Zhan. Me casaré con Lan Zhan. ¡Me casaré con Lan Zhan!

Una emoción interna se avivó ocasionando que una tonta sonrisa se posara en su rostro, lastimosamente no sólo eso creció dentro de él, también comenzaron sus nervios y dudas sobre lo que sucedería una vez que el resto supiera.

El omega sentía que era muy pronto su matrimonio, no es que estuviera disgustado, pero sabía que todavía no era del total agrado del consejo. Debía hablar primero con Lan WangJi para que juntos idearan una forma de dar la noticia y elegir el momento más oportuno, eso era lo mejor. Lo último que deseaba era levantar enemigos, ya había aprendido por la mala que realizar acciones arrebatadoras en el palacio podía terminar en desgracia, y no planeaba repetir su error.

Mientras Wei WuXian pensaba que hacer escuchó dos firmes golpes en la puerta de la habitación.

WuXian se colocó una bata interior y aclaró su voz. —Adelante.

Al hablar por primera vez en el día pudo notar lo irritada que estaba su garganta, suponía que era por la cantidad de gritos y súplicas que soltó toda la noche. Cabe aclarar que todos fueron en vano.

MianMian apareció cargando ropas limpias y cosas para prepararle un baño. Sin decir ni una palabra la mirada de la beta se fijó en el resplandeciente anillo. —Así que es cierto, te comprometiste con el príncipe.

WuXian tuvo el impulso de tapar la joya, si iba por ahí con ese anillo estaría gritando prácticamente a los cuatro vientos su compromiso.

—Esto no estaba dentro de mis planes —murmuró WuXian, honestamente la proposición le había tomado por sorpresa, nunca imaginó que Lan WangJi elegiría ese momento para pedirle matrimonio, o al menos no aún.

MianMian bufó con diversión: —Nada de lo que te sucede está dentro de tus planes WuXian —estudió con cuidado al omega, notando lo tenso que estaba. —Pensé que estarías más feliz por tu compromiso.

—Estoy feliz... —aclaró WuXian, aun así su rostro se encontraba lleno de duda, no podía engañarse, no se sentía como un cuento de hadas y estaba lejos de serlo. —Sólo siento que fue muy repentino, debo considerar muchas cosas, ni siquiera creo que el consejo esté del todo de acuerdo. ¿Y si se niegan? ¿O si intentan sacarme de nuevo?, tengo mucho que perder y lo sabes.

Omega en el HarénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora